El desempleo va a aumentar,
La cosa se pondrá dura,
Debemos incrementar,
Las obras de infraestructura,
A la industria reorientar
Y apoyar la agricultura.
Una de las principales virtudes que debiera tener un modelo económico, es que genere la cantidad y la calidad de empleos que se requieren para que toda la población, en edad y aptitud para trabajar, pueda hacerlo en forma remunerada, para darle a su familia los satisfactores básicos, como son habitación, alimentación, vestido, educación, salud y diversión.
El modelo neoliberal obviamente no ha cumplido con esa premisa y la mayoría de los países que lo siguen, padecen en mayor o menor medida el problema del desempleo, por factores cíclicos, estructurales y estacionales, con efectos nocivos, tanto en lo económico como en lo social, pues llega a afectar la vida familiar y pudiera provocar violencia y desobediencia civil.
El término desempleo es sinónimo de desocupación o paro y corresponde a la parte de la población activa (en edad de trabajar) que no tiene trabajo. Las cifras sobre el trabajo y el desempleo, las obtienen el INEGI mes a mes, mediante una encuesta laboral reciente a la población activa, en la cual a la población de 16 años o más se clasifica en cuatro grupos:
· Ocupados. Son las personas que han realizado trabajo remunerado, así como las que tienen empleo pero están ausentes por enfermedad, huelgas o vacaciones.
· Desempleados. No trabajan, pero realizan esfuerzos por encontrar empleo (últimas 4 semanas); o suspendidos que esperan ser llamados.
· Inactivos. Población adulta que está estudiando, realiza tareas domésticas, jubilada, demasiado enferma para trabajar o que simplemente no está buscando trabajo
· Población activa. Comprende las personas que están ocupadas y las desempleadas.
La tasa de desempleo es el número de desempleados dividido por la población activa.
En septiembre pasado dicha tasa llegó a 4.25 %, la más alta en 4 años (agosto de 2004), o sea que más de 1,900,000 personas buscaban empleo, sin encontrarlo.
Esta tasa es superior en 9.82 % a la obtenida en septiembre de 2007, lo que significa que al Presidente del empleo le ha aumentado el desempleo desde antes de la crisis.
El reporte dice que el 65.9% de la población ocupada, es trabajador subordinado y remunerado, 22.8% trabajador por cuenta propia, 4.8% patrones y 6.5% empleados que laboran sin pago.
Sin ser pesimista, pienso que resulta obvio que las cifras de desempleo se van a incrementar en los próximos meses, ya que nuestra actividad económica depende en gran medida de la de EEUU, la cual entró en recesión. Ahora en lugar de que salgan del país 400,000 migrantes por año, vendrán de regreso un número similar, disminuyendo además en forma importante el volumen de las remesas que enviaban. Nuestra producción industrial tendrá que ajustarse a la baja, reduciendo turnos y personal, pues el 80% de nuestras exportaciones van a EEUU y ahora nos demandarán menos productos. Los turistas europeos y de EEUU disminuirán y nuestros centros turísticos lo resentirán en ingreso y en empleos. La captación de impuestos disminuirá y nos saldrán más caras las importaciones de gasolina, gas, alimentos y otros.
Además de lo anterior, habrá que agregar a las personas que cada año ingresan a la demanda laboral, por lo que en un año puede haber más de 4 millones de personas buscando empleo.
El gobierno ha dado una buena señal al anunciar medidas llamadas anticíclicas, como son el aumentar la inversión en infraestructura y construir una refinería; sin embargo, para enfrentar el problema del empleo se requiere un programa más amplio y más completo.
Es urgente incentivar la producción de alimentos, reteniendo y generando empleos en el campo, es preciso destinar mucho más recursos para la realización de infraestructura, mejorando la capacidad de ejecución. Dar capacidad a Pemex para restituir reservas y para construir refinerías. Hay que olvidarse de que la mejor política industrial es no tenerla e intervenir para fortalecer el mercado interno. Hay que disminuir el gasto corriente improductivo y mejorar la eficiencia en la captación tributaria, para tener mayores disponibilidades de recursos. Se pueden matar dos pájaros de un tiro, mientras diseñamos un plan de mediano plazo: atender prioridades y generar empleos.
La cosa se pondrá dura,
Debemos incrementar,
Las obras de infraestructura,
A la industria reorientar
Y apoyar la agricultura.
Una de las principales virtudes que debiera tener un modelo económico, es que genere la cantidad y la calidad de empleos que se requieren para que toda la población, en edad y aptitud para trabajar, pueda hacerlo en forma remunerada, para darle a su familia los satisfactores básicos, como son habitación, alimentación, vestido, educación, salud y diversión.
El modelo neoliberal obviamente no ha cumplido con esa premisa y la mayoría de los países que lo siguen, padecen en mayor o menor medida el problema del desempleo, por factores cíclicos, estructurales y estacionales, con efectos nocivos, tanto en lo económico como en lo social, pues llega a afectar la vida familiar y pudiera provocar violencia y desobediencia civil.
El término desempleo es sinónimo de desocupación o paro y corresponde a la parte de la población activa (en edad de trabajar) que no tiene trabajo. Las cifras sobre el trabajo y el desempleo, las obtienen el INEGI mes a mes, mediante una encuesta laboral reciente a la población activa, en la cual a la población de 16 años o más se clasifica en cuatro grupos:
· Ocupados. Son las personas que han realizado trabajo remunerado, así como las que tienen empleo pero están ausentes por enfermedad, huelgas o vacaciones.
· Desempleados. No trabajan, pero realizan esfuerzos por encontrar empleo (últimas 4 semanas); o suspendidos que esperan ser llamados.
· Inactivos. Población adulta que está estudiando, realiza tareas domésticas, jubilada, demasiado enferma para trabajar o que simplemente no está buscando trabajo
· Población activa. Comprende las personas que están ocupadas y las desempleadas.
La tasa de desempleo es el número de desempleados dividido por la población activa.
En septiembre pasado dicha tasa llegó a 4.25 %, la más alta en 4 años (agosto de 2004), o sea que más de 1,900,000 personas buscaban empleo, sin encontrarlo.
Esta tasa es superior en 9.82 % a la obtenida en septiembre de 2007, lo que significa que al Presidente del empleo le ha aumentado el desempleo desde antes de la crisis.
El reporte dice que el 65.9% de la población ocupada, es trabajador subordinado y remunerado, 22.8% trabajador por cuenta propia, 4.8% patrones y 6.5% empleados que laboran sin pago.
Sin ser pesimista, pienso que resulta obvio que las cifras de desempleo se van a incrementar en los próximos meses, ya que nuestra actividad económica depende en gran medida de la de EEUU, la cual entró en recesión. Ahora en lugar de que salgan del país 400,000 migrantes por año, vendrán de regreso un número similar, disminuyendo además en forma importante el volumen de las remesas que enviaban. Nuestra producción industrial tendrá que ajustarse a la baja, reduciendo turnos y personal, pues el 80% de nuestras exportaciones van a EEUU y ahora nos demandarán menos productos. Los turistas europeos y de EEUU disminuirán y nuestros centros turísticos lo resentirán en ingreso y en empleos. La captación de impuestos disminuirá y nos saldrán más caras las importaciones de gasolina, gas, alimentos y otros.
Además de lo anterior, habrá que agregar a las personas que cada año ingresan a la demanda laboral, por lo que en un año puede haber más de 4 millones de personas buscando empleo.
El gobierno ha dado una buena señal al anunciar medidas llamadas anticíclicas, como son el aumentar la inversión en infraestructura y construir una refinería; sin embargo, para enfrentar el problema del empleo se requiere un programa más amplio y más completo.
Es urgente incentivar la producción de alimentos, reteniendo y generando empleos en el campo, es preciso destinar mucho más recursos para la realización de infraestructura, mejorando la capacidad de ejecución. Dar capacidad a Pemex para restituir reservas y para construir refinerías. Hay que olvidarse de que la mejor política industrial es no tenerla e intervenir para fortalecer el mercado interno. Hay que disminuir el gasto corriente improductivo y mejorar la eficiencia en la captación tributaria, para tener mayores disponibilidades de recursos. Se pueden matar dos pájaros de un tiro, mientras diseñamos un plan de mediano plazo: atender prioridades y generar empleos.
1 comentario:
Hola a todos, los invito a que hagan comentarios en la sección de comentarios, es muy fácil incluso sin tener cuenta de Blogger se puede hacer comentarios, hasta de manera anónima.
Ojalá participemos más los que leemos esta columna, para que se enriquezca la discusión.
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