jueves, 26 de marzo de 2009

Se me acabó la fuerza de mi mano izquierda (#51)

Aquí en nuestro Continente,
Nuestro país muy abajo,
No hay rumbo, crisis caliente,
En producción y en trabajo,
Todo se queda pendiente,
La cosa está del cara….mba.

De 2000 a 2008, los diez países con economías más grandes de America Latina crecieron en promedio al 5.1% anual, destacando Chile, Colombia, Costa Rica, Perú y República Dominicana, que crecieron por arriba mientras México creció solo al 2.6% anual, desaprovechando sus circunstancias favorables.

Lo anterior obedeció a que las exportaciones latinoamericanas se incrementaron en volumen y en precio y la relación de precios de exportación contra los de importación fue favorable para la región. El endeudamiento externo de la región se redujo y fue, para la mayoría de los países, una ampliación de la capacidad fiscal para mejorar sus condiciones de vida. Las remesas de los migrantes de la zona ayudaron a disminuir la pobreza. La presencia de organismos financieros internacionales, que impulsaron las reformas neoliberales en los 80’s y 90’s casi desapareció, después de que Argentina y Brasil prepagaron sus deudas con el FMI.
En México por el contrario, se redujo la deuda pública externa en este lapso pero se amplió la interna y el nivel de recaudación fiscal se mantiene dentro de los más bajos de la OCDE y de la zona, dilapidamos los cuantiosos excedentes petroleros que nos hubieran permitido construir 3 refinerías y mucha infraestructura más. Somos cada vez más dependiente de las importaciones y de las políticas del exterior y no hemos sabido aprovechar nuestra vecindad con EEUU. Estamos estancados pero defendemos las políticas imperialistas y nos mantenemos al margen de los países del resto del continente, donde se están gestando grandes cambios.

En un documento reciente, la CEPAL (Comisión Económica Para América Latina), presenta un cuadro sintético con las medidas de política económica anunciadas por los gobiernos de la región frente a la crisis internacional, divididas en 5 ámbitos: política monetaria y financiera, política fiscal, política cambiaria y de comercio exterior, políticas sectoriales y políticas laborales y sociales, cada uno con propuestas interesantes y el Plan de México sobresale, pero por sus limitaciones y por carecer de rumbo. Incluye solo propuestas para ayudar a los desempleados y para agilizar el gasto público y provocar derrama económica.

La crisis sigue pegando. Al cierre de febrero poco más de 2 millones 420 mil mexicanos en edad y condición de laborar se encuentran desempleados, un monto nunca antes reportado. En la administración de Calderón el desempleo abierto en el país pasó de 3.58 % a 5.3 % de la PEA y las pocas medidas anunciadas no solo resultan insuficientes, sino que son ineficientes y la inversión pública, en lugar de incrementarse, sigue ejerciéndose lentamente. En octubre del año pasado al dar a conocer medidas anticíclicas, se anunció una partida de 1,200 MMPP para iniciar la construcción de una refinería. Después de 6 meses, en el aniversario de la Expropiación, no se anunció su inicio como se esperaba, sino la realización de un foro para decidir su ubicación. Necesitamos refinar 600 mil barriles diarios de petróleo crudo (3 refinerías) para sustituir las importaciones y he escuchado argumentos serios para tomar decisiones entre las localizaciones de Cadereyta, N. León; Campeche, Cam; Dos Bocas, Tab; Minatitlán y Tuxpan, Ver; Manzanillo, Col; Salina Cruz, Oax; Tula, Hgo; y Lázaro Cárdenas, Contepec, Copándaro y Ecuandureo, Mich. El gobierno rehúye tomar la decisión y la difiere para que grillen los gobernadores. ¿Habrá razones electoreras?

Esto no es ejemplo aislado. Hoy tenemos, sin buscarlo, la oportunidad de mexicanizar Banamex y definir una nueva estrategia del sistema bancario, ya que al volverse socio mayoritario de City Group, el gobierno de EEUU se vuelve dueño de Banamex, lo que la coloca al margen de nuestra legislación. A Calderón le vuelve a temblar la mano y les da un plazo de 3 y 6 años para que se regularicen y cumplan la ley.
EEUU viola el TLCAN al impedir le entrada de transportistas mexicanos a territorio americano y al gobierno mexicano le vuelve a temblar la mano y no aprovecha esa decisión unilateral para replantear muchos de los términos del tratado, sino que en un acto mediático establece una serie de incrementos en aranceles (impuestos de importación) a 90 productos agrícolas e industriales poco significativos en nuestro comercio (no incluye carne de bovino y la leche) y a partir de ahí se anuncia una visita de Estado de Obama a nuestro país. Seguramente él sabe muy bien a que viene, pero ¿y nosotros? ¿sabremos que plantearle?

Y así podemos seguir con las televisoras, la telefonía, el crimen organizado, el gober precioso, Elba Esther y …… más y más. ¿Nuestras autoridades volverán a ser regañadas como en la reciente visita de Sarkozy?

jueves, 19 de marzo de 2009

Todo tiempo pasado fue anterior (#50)

¿Lo pasado fue mejor?
¿O lo nuevo hay que aplicar?
Jesús León es gran Señor,
Que se puso a trabajar,
Por su gente con amor,
Lo antiguo fue a rescatar.

Una pregunta muy común que nos hacemos es si todo tiempo pasado fue mejor y creo que tanto la respuesta afirmativa como la negativa son incorrectas. Acostumbramos desechar las cosas antiguas por inservibles y adoptar las modernas como la maravilla, cuando lo racional sería utilizar lo mejor de cada una de ellas. La verdad de todo esto es que: “todo tiempo pasado fue anterior”

Según un estudio de la ONU, la región de la Mixteca en Oaxaca, cuenta con uno de los índices más altos de erosión en el mundo, con 500 mil ha. afectadas (83 %), debido al uso intenso de productos químicos que requieren las variedades de semillas de maíz utilizadas. Miles de mexicanos dejaron la región por la degradación de los suelos y los bajos precios del cultivo.

A principios de los 80’s un campesino indígena, llamado Jesús León Santos, decidió cambiar el paisaje lunar y revivió el olvidado “Tequio” (trabajo comunitario no remunerado) y con recursos muy limitados, utilizando antiguas técnicas agrícolas indígenas, se puso a renovar las tierras.

Organizó campañas de reforestación. Cada vez más agricultores pedían árboles para sembrar (se evita erosión, hay filtración de agua, se captura carbono, se crean zonas verdes, se genera material orgánico y tienen leña de combustión). Creó el Centro de Desarrollo Integral Campesino de la Mixteca (CEDICAM) con un vivero. Luego lo expandió y después estableció viveros comunitarios.

Más de 20 años de trabajo han beneficiado mucho a la región. Se siembran ahora hasta 200 mil árboles nativos por año y se recuperan tradiciones prehispánicas. Hoy trabaja con más de 1,500 campesinos en 12 comunidades. Han sembrado más de un millón de árboles y reforestado más de 1,000 ha. Han protegido 5,000 ha. con terrazas y muros de piedra, con lo que aumentó 50 % la producción agrícola, al identificar antiguos sistemas de terrazas agrícolas y reconstruirlos con piedras de los campos, pues las áreas planas resultantes impiden la erosión y mejoran la producción.

Las comunidades ahora cultivan más del 80 % de la tierra cultivable en lugar del 25% anterior. Las zanjas de contorno han aumentado casi el 100 % los niveles de los manantiales (5 kilómetros de zanjas de contorno capturan 1,800,000 lts de agua después de cada lluvia torrencial, recargando acuíferos). Han dejado de usar fertilizantes y pesticidas industriales para usar abonos compostados y variedades de semillas nativas. Consumen alimentos locales con una dieta indígena tradicional. Se ha educado a las familias en el uso de la leña y de las estufas ahorradoras de leña, lo que además disminuyó considerablemente el trabajo de las mujeres para conseguir la leña. Estos cambios han mejorado la vida en las comunidades y en consecuencia han reducido la emigración.

Por si fuera poco todo esto, Jesús León los ha hecho valorar el papel del campesino en la recuperación de la agricultura de pequeña escala con métodos indígenas tradicionales.

No faltara quien piense que reforestar 1,000 ha y proteger 5,000 más con terrazas es una insignificancia respecto a las 500,000 ha erosionadas en la zona, sin percatarse de que es una valiosa experiencia que se debería aplicar en muchos lados. Este esfuerzo fue reconocido y premiado en el extranjero, pero si aquí hiciéramos una moderna encuesta, ¿alguien diría que está enterado?

En 1990 Richard N. Goldman y su esposa crearon el “Premio Ambiental Goldman”, que incluye un premio de 150,000 dólares. Se entrega en abril de cada año en San Francisco, Cal. y lo han ganado defensores del medioambiente de 72 países. Este año el premio fue ganado por Jesús León Santos, nuestro compatriota campesino de la zona Mixteca y se lo entregarán el mes que entra. Ojala se le haga un reconocimiento nacional al menos como si fuera medallista olímpico y se le apoye para que de asistencia técnica en muchas partes del país y se multiplique el beneficio. ¿No crees?

jueves, 12 de marzo de 2009

¿Me estás oyendo inútil? (#49)

Todo el mundo está cambiando,
Protegen su economía,
México se está gastando,
Las reservas que tenía,
La elección se está acercando,
Solución se difería.

1.- Las reservas internacionales son fondos guardados por razones legales o contractuales como previsión de eventuales necesidades para financiar pagos al exterior; son de disponibilidad inmediata y aunque disque el peso está en “libre flotación”, se están utilizando en el mercado cambiario.

Las reservas internacionales se forman del ahorro público y privado, por los superávit de ingresos sobre egresos en las transacciones con el resto del mundo, constituidas por oro y por papel moneda.

En octubre pasado cuando empezó la presión sobre el tipo de cambio, derivada de una crisis que para el gobierno no existía, teníamos reservas por más de 83 mil MMDD. Banxico utilizó desde esa fecha y hasta finales de febrero, más de 22 mil MMDD (26.5%), para dar “liquidez al mercado de cambios” y para tratar de frenar la devaluación, con subasta de dólares a instituciones financieras y venta discrecional y opaca a determinados bancos, aunque los beneficiarios son los especuladores de siempre y aún con la intervención, la devaluación no ha podido ser detenida y ya es del orden del 50%.

A pesar de que la crisis es ya inocultable, seguimos con las mismas medidas y el banco central anunció la semana pasada que ofrecerá 100 millones de dólares/día, a un tipo de cambio de mercado, y reducirá de 400 a 300 millones de dólares diarios las subastas de divisas y seguirá con la venta discrecional de dólares cuando juzgue oportuno. ¿La meta será acabar con ellas sin beneficio alguno?
2.- La intervención del gobierno de EEUU en Citigroup (36% de las acciones) lo convierte en accionista mayoritario del grupo, incluyendo a Banamex, lo cual contraviene nuestra legislación, por lo que nuestro gobierno tendrá que darle una solución. Obviamente Citigroup no estará interesada en vender Banamex ya que le representa la joya de la corona. Muchos funcionarios mexicanos están buscando salidas legaloides para justificar su permanencia, pero la verdad es que aunque la intervención del gobierno sea temporal, según dicen, igual viola nuestras leyes y la única salida es invitar a Citigroup a que venda Banamex, bajo las reglas que impongan las autoridades mexicanas.

En 1991, Roberto Hernández compró Banamex en alrededor de 2 mil MMDD y 10 años después lo vendió, sin pago de impuestos, en más de 12 mil MMDD a la trasnacional financiera Citigroup. En el 2006 la acción de Citigroup llegó a valer 55.70 dólares (valor total = 277.2 miles de MMDD) y ahora vale menos de un dólar (valor total =5 mil MMDD), o sea que ya vale menos que lo que el gobierno de EEUU le ha invertido (45 mil MMDD) y también vale menos que lo que pueda valer Banamex. ¿No le interesará a Roberto Hernández comprarla ahora en 6,000 MMDD?
3.- En los últimos días se ha estado discutiendo en el Congreso la iniciativa para frenar los altos costos de los servicios financieros prestados por la banca que opera en México, casi toda extranjera, y que tiene ahogados a un número inmenso de usuarios. Me parece muy normal que la Asociación de Banqueros señale que resultaría muy nocivo poner tope a las tasas de interés, porque afectaría a los “sectores más desprotegidos”, pero lo que me parece increíble es que la Secretaría de Hacienda y la Condusef (protectora de los usuarios de crédito) se sumen a coro a ese argumento, cuando son las distintas filiales de bancos extranjeros que operan en México, las que generan las mayores utilidades, pues les permiten que hagan cobros excesivos y la mayor parte de esas utilidades se van al extranjero.

Conclusión: Los 3 casos confirman que las autoridades están más comprometidas con los grandes intereses que con los usuarios, pero sigo insistiendo en la urgencia de cambiar los paradigmas y romper con el neoliberalismo antes de hundirnos. Debemos utilizar nuestras reservas en forma racional para proyectos que sustituyan importaciones y generen empleos y no para favorecer a especuladores; debemos mexicanizar Banamex; debemos prohibir prácticas oligopólicas, debemos hacer tantas cosas, pero son más importantes las elecciones que las soluciones. ¿Habrá que esperar hasta el 2012?

Si tienen la suerte de toparse con un diputado le pueden gritar: ¿Me estas oyendo inútil?

miércoles, 4 de marzo de 2009

¿Rumbo perdido? ¿Hasta cuándo? (#48)

Modelo Neoliberal,
Abandonarlo es urgente,
Proteger lo nacional,
Sus recursos y a su gente,
La propuesta no está mal,
Discutirla es lo prudente

Lo prometido es deuda. Al final de mi anterior columna ofrecí soluciones no solo para salir de la crisis sino para establecer un camino que nos permita un crecimiento económico sostenido y con justicia social.

Desde principios de los ochentas y sin consulta a la población, ingresamos al GATT (Acuerdo General sobre Comercio y Aranceles) y así, nos adherimos al llamado “Consenso de Washington” y adoptamos al neoliberalismo como paradigma económico; en 1994 firmamos el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canada (TLCAN) dentro del mismo paradigma. Quitamos aranceles; abrimos la frontera para importar indiscriminadamente; aumentamos la exportación de petróleo sin valor agregado, importamos alimentos “baratos”; desmantelamos nuestra frágil estructura productiva en el campo; expulsamos trabajadores hacia EEUU; nos hicimos “maquiladores” exportando el valor de una mano de obra barata; contratamos las principales obras de infraestructura con empresas extranjeras; malbaratamos empresas públicas y entregamos la banca a manos extranjeras; privilegiamos a las escuelas privadas en detrimento de la educación pública; permitimos el desarrollo de monopolios y oligopolios en ramas prioritarias; propiciamos la economía informal (ya absorbe a más del 50% de la población económicamente activa) y para colmo no tuvimos crecimiento económico y deterioramos las condiciones de vida de la mayoría de la población, en un ambiente creciente de corrupción e impunidad, inseguridad y violencia. Tenemos el RUMBO PERDIDO.

El modelo neoliberal (libre mercado) nos ha llevado a un coeficiente estructural de importaciones cercano al 40% del producto nacional (alimentos, gasolinas, petroquímicos, insumos, bienes de capital y bienes suntuarios), mismas que el país ha podido financiar con el producto de sus exportaciones (petróleo, turismo, manufacturas, productos agrícolas) y de las remesas enviadas por nuestros connacionales, pero ahora que el monto de las divisas por exportaciones está disminuyendo, ya que venderemos menos petróleo y a menor precio, vendrán mucho menos turistas, exportaremos menos manufacturas por la caída de consumo en EEUU y recibiremos mucho menos remesas, tendremos que reducir las importaciones en una proporción similar.

La reducción de importaciones manteniendo el paradigma neoliberal (libre mercado) nos llevará necesariamente a reducir nuestra producción y nuestro empleo en la misma proporción, con el peligro además, de acabar con las reservas en el BANXICO si seguimos favoreciendo a los especuladores. Entre más dejemos caer nuestra economía, más lenta y más difícil será su recuperación. Las autoridades y la clase política en general, incluyendo a todos los partidos, están más ocupadas en las elecciones que en las soluciones, sin que les importe que pueda aumentar peligrosamente la irritación social.

Los principales puntos de mi propuesta son los siguientes:
1.- Lo primero es reducir el coeficiente de importaciones, lo más posible y en el menor plazo posible, para disminuir nuestra dependencia en las importaciones. Para esto, se requiere que abandonemos de inmediato el paradigma neoliberal y establezcamos el control de cambios, el control de importaciones y la sustitución de importaciones, para que nuestras divisas se utilicen con racionalidad y exclusivamente para prioridades. Lo fundamental es proteger a nuestro país, nuestra gente, nuestras divisas, nuestro mercado, nuestros empleos.
2.- Impulsar un programa extensivo de producción de alimentos básicos deficitarios, iniciar 3 refinerías y sustituir importaciones de insumos para PEMEX y otras empresas nacionales.
3.- Hay que incrementar y no solo acelerar la obra pública. No hay que preocuparse del déficit presupuestal si se usa para inversión productiva generadora de empleo.
4.- Campaña de compras de productos nacionales, tanto de consumo público como privado.
5.- Hacer efectivo el mandato de planeación democrática y hacer un plan de desarrollo de mediano plazo que nos permita un crecimiento sostenido con justicia social (olvidarnos de que el mejor plan es que no haya plan).
6.- Llevar a cabo una reforma educativa que nos permita alimentar el nuevo paradigma con personas formadas con valores humanos y nacionalistas y con capacitación formativa.
7.- Programa amplio y efectivo de austeridad, que disminuya la brecha entre gobierno rico y gente pobre.

Las cúpulas no proponen nada pero advierten contra el proteccionismo. ¿A quien representan?

Si no se implantan estas medidas, al menos que se discutan. No estoy impaciente, pero hay que hacerlo… ¡ya!