jueves, 27 de agosto de 2009

Rumbo Perdido

Propuestas están ausentes,
El rumbo, está perdido,
La lucha es contra indolentes,
Contra el modelo fallido,
Voces de brillantes mentes,
Casi nadie presta oído,

Ante la ausencia de propuestas y acciones de los 3 niveles de gobierno para enfrentar la crisis, el pasado fin de semana se reunieron en la Cd. De Cuernavaca un grupo de académicos intelectuales como David Barkin y Jean Robert, convocados por Miguel Valencia de “Ecomunidades”, que forma parte de un movimiento de alcance mundial que plantea una opción diferente de desarrollo, contraria al dogma dominante en casi todo el mundo.

La reunión se planteó para reflexionar en torno a las siguientes preguntas:
¿Cómo salir de la droga que significa la idea del crecimiento? ¿Cómo descolonizar nuestro país, frenar la manipulación mediática y recomponer las defensas inmunitarias de la sociedad?, ¿Cómo revalorizar la naturaleza, las culturas, la historia, la filosofía, la convivencia?, ¿Cómo crear nuevos conceptos de subsistencia, riqueza y pobreza, bajo nuevos conceptos de escasez y abundancia, repensando la educación, cambiando la organización sicosocial y redefiniendo las ideas de progreso, desarrollo y modernidad? ¿Cómo dar salida a la crisis económica de México?

Los participantes fueron hospitalariamente acogidos por “Caminando Unidos”, organización independiente que desde hace muchos años convive con personas desechadas del desarrollo y amenazadas de expulsión del espacio en que se han asentado. Estas personas son representativas de muchas otras que forman mayoría en el país y que serían directamente beneficiadas, si se encontrara un camino social, que se ocupara realmente de lo que interesa a esa gran mayoría, en sustitución al catecismo del desarrollo impuesto y que ha beneficiado a unos cuantos.
Para estos grupos resulta difícil pensar que los partidos y funcionarios, que han sido directamente responsables de las catástrofes que han azotado nuestro país, y que han sido beneficiados en lo personal y como grupos con la aplicación de las recetas dictadas por organismos internacionales, puedan impulsar un proyecto social y político diferente. Y que sería iluso confiarles la tarea de la reconstrucción, que ya se está concibiendo e implementando, desde abajo, en forma consistente y perdurable, con apoyo de grupos independientes.

Con la actual caída del producto se reduce el empleo, la producción básica, el ingreso de la mayoría de la población, la capacidad de supervivencia. En la reunión se planteó aprovechar el decrecimiento económico para hacerlo benéfico para el país, como lo puede ser para un árbol la poda de lo que le estorba. Se trata de reducir o eliminar cuanto sobra y daña para que florezca la subsistencia autónoma y crezca lo que realmente haga falta. Se achicaría todo el sector financiero, que saquea al productivo y a la población y vive de la especulación destructiva. Desaparecería la invasión de transgénicos y la obsesión por los híbridos, para estimular el cultivo campesino con semillas criollas, que se ampliaría hasta recuperar la autosuficiencia en los productos básicos. Se recortarían los salarios obscenos y prestaciones exageradas de funcionarios y dirigentes públicos y privados. En vez de centros comerciales monstruosos y destructivos, se multiplicarían las redes de establecimientos pequeños y medianos. Quedarían sin empleo desarrollistas públicos y privados, para que pudiera florecer la construcción autónoma, con materiales locales y sentido de la proporción y la belleza.

En 1910 se decía que había que luchar contra el tirano y contra la indolencia del pueblo. Han pasado 100 años y la indolencia e ignorancia siguen siendo males que aquejan a nuestro pueblo, acostumbrado más a sufrir y a aguantar, que a organizarse y a presionar por lo que es justo, pero espero, que a esas voces lúcidas se sumen muchas más y empiecen a cambiar las cosas.

jueves, 20 de agosto de 2009

Las Vacas Flacas

Tuvimos mucho dinero,
Todo se dilapidó,
Y el ingreso petrolero,
Con todo se derrumbó,
Salgamos del agujero,
El pueblo lo demandó.

México no supo aprovechar sus años de vacas gordas y todo parece indicar que no tiene ni idea de cómo enfrentar ahora la etapa de vacas flacas.

Hace como 30 años unos pescadores descubrieron una mancha de aceite en el mar de Campeche, lo que a la postre resultó ser el campo petrolero de Cantarell, el más rico del mundo y que ha venido siendo sobreexplotado. En el 2004 llegó a su máximo con una extracción de 2 millones de barriles al día y a partir de ahí ha venido decreciendo y se estima que a final del sexenio producirá alrededor de 350 mil barriles diarios.

Solamente en este campo, FOX cometió dos errores gravísimos. El primero fue que de por si la política de exportar crudo e importar gasolinas y petroquímicos es absurda, él levantó la extracción de petróleo hasta 3 millones y medio de barriles diarios (incluido Cantarell), con la intención de llegar hasta 4 millones, sabiendo que las reservas se estaban terminando y sin hacer nada para reponerlas. Hoy en día la producción total ha caído a 2.6 millones de barriles diarios, o sea casi un millón de barriles diarios menos y con tendencia a la baja.

El segundo fue el relativo a la utilización de los ingresos petroleros, principalmente los excedentes, o sea los que se obtuvieron por arriba de presupuesto. Los ingresos presupuestados fueron muy altos, tanto por el precio de venta como por el alto volumen de exportación y sirvieron para financiar el 40% del Presupuesto de Egresos de la Federación, ya que en materia de recaudación fiscal, ajena al petróleo seguimos atrasadísimos y el Presupuesto es demasiado dependiente de los altos impuestos petroleros. Lo más grave fue, que de los llamados excedentes petroleros, que se lograron gracias a que los precios de venta de exportación del crudo, fueron muy superiores a los presupuestados y obviamente, al no estar considerados, no estaban atados a gasto alguno, y que alcanzaron una cifra superior a los 45,000 millones de dólares con FOX, la mayoría se dilapidó en gasto corriente, en lugar de destinarlos a refinerías, petroquímicas, modernización de Pemex y muchas inversiones más y sólo un 17% se destinó a transferencias a los Estados, que los gastaron como quisieron.

Este año tendremos una caída en el producto interno del orden del 10%, por lo que constituye la peor crisis del país de los tiempos modernos y parece que ya hasta el Dr. Cartens se dio cuenta. Habrá menor captación de impuestos por menor actividad económica, ya no tendremos la cobertura al precio del petróleo de exportación en 70 dólares por barril, seguirán disminuyendo las remesas que mandan nuestros connacionales desde EEUU, etc, por lo que el Secretario de Hacienda habla de que tendremos un boquete financiero de casi 400,000 millones de pesos para el año próximo. Lo más grave es que presenta un panorama muy sombrío y muy pobres propuestas, pues sólo conoce las recetas ortodoxas del Banco Mundial, como reducir gastos y aumentar impuestos. La situación de la desigualdad, el desempleo, la irritación social, la carestía, no son tomados en cuenta en su análisis.
Si hemos sido tercos como país al aferrarnos al modelo neoliberal, deberíamos aprovechar esta profunda crisis para reinventarlo. El cabal aprovechamiento del mercado interno, privilegiar la educación y la ciencia, eliminar la corrupción y la impunidad, la creación de empleos formales, entre otras muchas cosas debieran ser los ejes del nuevo camino. Lo triste es que parece que ni los ciudadanos tenemos plena conciencia de todo ello, para presionar con efectividad a la clase política para que se hagan los cambios necesarios.

jueves, 13 de agosto de 2009

Nosotros los Pobres

La cumbre se realizó,
Con los tres jefes de Estado,
Y nada se resolvió,
¿De qué nos sirve el Tratado?,
El campo se derrumbó,
Por el narco está atrapado.

El Tratado de Libre Comercio de Norteamérica ya lleva más de 15 años de operación. Cuando lo firmó nuestro país, las autoridades nos ofrecieron maravillas: mayor progreso, modernidad, empleos, igualdad y la realidad ha sido muy distinta, ya que no hay crecimiento, aumenta el desempleo y la desigualdad, aumenta la expulsión de compatriotas hacia el otro lado de la frontera y nos amenazan con ya no dejarlos entrar. Canadá exige visa para que puedan entrar mexicanos pues dice que han abusado del asilo político. En el campo del narcotráfico EEUU pone el mercado y los clientes consumidores y México pone los muertos.

El lunes pasado terminó una cumbre trilateral más, ahora celebrada en Guadalajara entre los jefes de estado de Canadá, EEUU y México. En todas estas reuniones nos decían que tenían como objetivo promover la competitividad global, fomentar el bienestar ciudadano y otorgar más seguridad a nuestros países y que era importante revisar la seguridad fronteriza, la seguridad energética, la seguridad financiera, la seguridad en salud y la seguridad contra el narco, pero parece que en ésta, al igual que en las de FOX, no hubo agenda mexicana, y que simplemente se asiste para atender las prioridades de Estados Unidos y ahora también las de Canadá, a cambio de recibir elogios o reconocimientos por buen comportamiento, ahora en la lucha contra el narcotráfico. Concluyó la reunión y nuestro país sigue sin ver las ventajas de ese tratado, pues nuestros socios tienen tantos problemas internos y con otros países, que los nuestros no les parecen prioritarios y por tanto no tienen prisa ni en revisar el asunto migratorio, ni el tratado de libre comercio, ni el empleo digno para nuestros paisanos, ni el permiso para trasportistas mexicanos, ni la eliminación de la visa para ingresar a Canadá, ni el combate bilateral al narcotráfico.

En el campo agrícola, para poner un ejemplo, al firmarse el tratado nos dijeron que la producción se modernizaría. Que de más de 30% de población económicamente activa en ese sector se reduciría a menos del 10% para hacerla compatible con su participación en el PIB que solo era del 3.5% y que no importaba que se tuvieran que importar alimentos pues al cabo que estaban más baratos en el exterior. Al reducirse los apoyos gubernamentales al campo como almacenamiento, precios de garantía, asistencia técnica, semillas, fertilizantes y crédito (se habilitaban más de 7 millones de ha. y ahora como millón y media), se dejaron de producir granos y alimentos y millones de campesinos abandonaron sus tierras y emigraron a EEUU y al gobierno no le preocupaba pues con las remesas (dólares enviados por los expatriados) financiaban las importaciones de alimentos. Ahora ya se revirtió, pues son menores las remesas que las importaciones.

Este abandono del campo creó un caldo de cultivo ideal para el florecimiento de grupos de narcotraficantes, que producen, principalmente marihuana, transportan y distribuyen drogas y han creado un grupo de sicarios para defender sus intereses. Con el tratado no se crearon los empleos necesarios en la industria y el comercio, y en el campo sigue viviendo, a pesar de la emigración, más del 30% de la población, de los cuales 15 millones viven en pobreza extrema, de manera que sin apoyos para producir ni comercializar, ¿a que quieren que se dediquen para sobrevivir? En la lucha contra el narcotráfico mueren principalmente sicarios (gente del campo desempleada) y policías y muy pocos jefes de cárteles.

Me gustaría que me explicaran los defensores del tratado, para que queremos seguir dentro de él, después de esta cumbre. En la Asamblea realizada en el Congreso el martes pasado, los coordinadores del PRI y del PRD criticaron severamente el manejo que el Gobierno Federal ha dado a la crisis, pero el que puso los puntos sobre las íes fue el Dr. José Narro, Rector de la UNAM, quien dijo que “requerimos de un nuevo modelo económico y de nuevas fórmulas de intervención gubernamental para resolver los problemas sociales sin contraponer al mercado con el Estado. ¿Lo habrán escuchado? y ¿lo habrán entendido?

miércoles, 5 de agosto de 2009

La costumbre de sufrir

En este país ¿quien manda?,
La economía va en picada,
¿Es la oferta y la demanda?,
¿O es la gente adinerada?,
O cambiamos la Comanda,
O nos lleva la Chi….flada.

Las semanas pasadas escribimos sobre la triste situación de nuestro país, al ser prácticamente el peor de Latinoamérica en crecimiento económico y con una desigualdad social en aumento. Nuestras autoridades siguen culpando a la crisis global. No proponen cambios pues están esperando pacientemente la recuperación económica de Estados Unidos, diciendo que ya tocamos fondo. A la población ya la acostumbraron a sufrir.

No hay duda que hay una debacle económica mundial. El dogma del mercado como medida de racionalidad económica, posterior a la derrota del comunismo, también entró en crisis. La ley de la oferta y la demanda ejerció un reinado absoluto en la formulación de políticas económicas de las últimas tres décadas. Según el pensamiento clásico, la oferta y la demanda funcionan como un perfecto sistema autorregulado con un regulador infalible: “el precio”. Con esta premisa teórica, ¿qué mejor que desregular todo y dejar que el mercado se encargue de los equilibrios económico-sociales?

El economista J.Stiglitz (Premio Nóbel) demuestra que la información con que cuentan los miles de integrantes de un mercado no es perfecta y por lo tanto, el precio refleja otras variables y por tanto no es totalmente confiable. G. Soros ( London School of Economcis) en su libro "El nuevo paradigma de los mercados financieros" concluye que los mercados financieros no reflejan la economía real, ni se manejan por la oferta y la demanda, ya que influye la subjetividad y un proceso que llama reflexividad, pues los operadores del mercado influyen con su misma interacción en los precios, como vemos en las burbujas financieras en torno a un producto, que generan formas de actuar de tipo manada, o sea, que todos quieren comprar o vender un producto al mismo tiempo.

En las llamadas burbujas, como la inmobiliaria de las hipotecas "sub-prime" que desató la actual crisis, ¿dónde estuvo el mecanismo autoregulador? La debacle mostró que el mercado tiene gran dosis de irracionalidad e imprevisibilidad.
Una cosa es la producción y el consumo de bienes y servicios y otra muy distinta son los instrumentos financieros: activos tóxicos (deudas incobrables) y derivados (contratos de compra a futuro, ya sean materias primas, hipotecas, monedas, etc). En 2007 el mercado de derivados llegó a ser diez veces mayor que el PIB mundial, o sea que los papeles que circulaban por todo el mundo tenían un “precio” diez veces mayor a todo lo que producía el mundo en bienes y servicios. Si esto se multiplica por las miles de millones de transacciones diarias que se hacen en dinero, bonos, títulos y otras volatilidades del mundo financiero, podremos explicarnos el efecto del estallido de las burbujas, dejando a millones de personas en la quiebra y restringiendo el uso del dinero para la producción de bienes y servicios, que debiera ser su propósito fundamental.

México no puede darse el lujo de otros 3 años perdidos. Las soluciones que se implanten ahora pueden tardar 10 o 20 años en dar resultados, pero si no se toman nos seguiremos hundiendo.

Urge actuar. Pero ¿por dónde empezar? Sin ética no hay país. Urge acabar con la mentalidad de nuestros gobernantes, que no ven a México como su casa, sino como su botín. No podemos seguir siendo un país de cínicos, donde el que la hace no la paga. Es urgente construir para el país una Visión de Futuro de la que parta todo lo demás (modelo económico, marco social, marco legal, marco institucional, marco político, marco presupuestal, etc).
El reto es enorme pero urgente. Nuestra población merece tener mejores expectativas de vida. Un modelo económico que no crea riqueza ni empleos, que genera pobreza y desigualdad y un marco legal que permite que la impunidad esté cercana al 100% y que nos tenga en la inseguridad y el temor, hay que desecharlos de inmediato. La sociedad tiene que fijar la agenda que deben atender los políticos y los gobiernos, pues ya han demostrado que sus prioridades, nada tienen que ver con las necesidades de la población. Nosotros tenemos la palabra.