jueves, 19 de marzo de 2009

Todo tiempo pasado fue anterior (#50)

¿Lo pasado fue mejor?
¿O lo nuevo hay que aplicar?
Jesús León es gran Señor,
Que se puso a trabajar,
Por su gente con amor,
Lo antiguo fue a rescatar.

Una pregunta muy común que nos hacemos es si todo tiempo pasado fue mejor y creo que tanto la respuesta afirmativa como la negativa son incorrectas. Acostumbramos desechar las cosas antiguas por inservibles y adoptar las modernas como la maravilla, cuando lo racional sería utilizar lo mejor de cada una de ellas. La verdad de todo esto es que: “todo tiempo pasado fue anterior”

Según un estudio de la ONU, la región de la Mixteca en Oaxaca, cuenta con uno de los índices más altos de erosión en el mundo, con 500 mil ha. afectadas (83 %), debido al uso intenso de productos químicos que requieren las variedades de semillas de maíz utilizadas. Miles de mexicanos dejaron la región por la degradación de los suelos y los bajos precios del cultivo.

A principios de los 80’s un campesino indígena, llamado Jesús León Santos, decidió cambiar el paisaje lunar y revivió el olvidado “Tequio” (trabajo comunitario no remunerado) y con recursos muy limitados, utilizando antiguas técnicas agrícolas indígenas, se puso a renovar las tierras.

Organizó campañas de reforestación. Cada vez más agricultores pedían árboles para sembrar (se evita erosión, hay filtración de agua, se captura carbono, se crean zonas verdes, se genera material orgánico y tienen leña de combustión). Creó el Centro de Desarrollo Integral Campesino de la Mixteca (CEDICAM) con un vivero. Luego lo expandió y después estableció viveros comunitarios.

Más de 20 años de trabajo han beneficiado mucho a la región. Se siembran ahora hasta 200 mil árboles nativos por año y se recuperan tradiciones prehispánicas. Hoy trabaja con más de 1,500 campesinos en 12 comunidades. Han sembrado más de un millón de árboles y reforestado más de 1,000 ha. Han protegido 5,000 ha. con terrazas y muros de piedra, con lo que aumentó 50 % la producción agrícola, al identificar antiguos sistemas de terrazas agrícolas y reconstruirlos con piedras de los campos, pues las áreas planas resultantes impiden la erosión y mejoran la producción.

Las comunidades ahora cultivan más del 80 % de la tierra cultivable en lugar del 25% anterior. Las zanjas de contorno han aumentado casi el 100 % los niveles de los manantiales (5 kilómetros de zanjas de contorno capturan 1,800,000 lts de agua después de cada lluvia torrencial, recargando acuíferos). Han dejado de usar fertilizantes y pesticidas industriales para usar abonos compostados y variedades de semillas nativas. Consumen alimentos locales con una dieta indígena tradicional. Se ha educado a las familias en el uso de la leña y de las estufas ahorradoras de leña, lo que además disminuyó considerablemente el trabajo de las mujeres para conseguir la leña. Estos cambios han mejorado la vida en las comunidades y en consecuencia han reducido la emigración.

Por si fuera poco todo esto, Jesús León los ha hecho valorar el papel del campesino en la recuperación de la agricultura de pequeña escala con métodos indígenas tradicionales.

No faltara quien piense que reforestar 1,000 ha y proteger 5,000 más con terrazas es una insignificancia respecto a las 500,000 ha erosionadas en la zona, sin percatarse de que es una valiosa experiencia que se debería aplicar en muchos lados. Este esfuerzo fue reconocido y premiado en el extranjero, pero si aquí hiciéramos una moderna encuesta, ¿alguien diría que está enterado?

En 1990 Richard N. Goldman y su esposa crearon el “Premio Ambiental Goldman”, que incluye un premio de 150,000 dólares. Se entrega en abril de cada año en San Francisco, Cal. y lo han ganado defensores del medioambiente de 72 países. Este año el premio fue ganado por Jesús León Santos, nuestro compatriota campesino de la zona Mixteca y se lo entregarán el mes que entra. Ojala se le haga un reconocimiento nacional al menos como si fuera medallista olímpico y se le apoye para que de asistencia técnica en muchas partes del país y se multiplique el beneficio. ¿No crees?

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