jueves, 24 de septiembre de 2009

Yo creo que sí hay opciones

El paquete financiero,
Que ya mandó Calderón,
Al pobre quita dinero,
No es ninguna solución,
Otras propuestas yo quiero,
Seguro hay mejor opción.


El gobierno mexicano tiene el mérito de que cada oportunidad la convierte en crisis y si no basta analizar la propuesta de presupuesto presentada por el Ejecutivo federal para 2010, que ha causado enorme descontento en muy distintos sectores de la población mexicana, con un objetivo simplemente recaudatorio, castiga el consumo y la inversión y con ello la posibilidad de que el mercado interno pudiera iniciar una recuperación. No amplía la base tributaria, pues no toca a los que se benefician de regímenes fiscales especiales y a quienes les son devueltos miles de millones de pesos por artimañas de la propia ley. No se reducen los inmensos gastos que se asignan a burócratas de alto nivel, ni a rubros tan inútiles como Comunicación Social de Presidencia.

Por otro lado y tras reunirse durante 5 meses en la UNAM, analizando la crisis económica, un grupo de 17 ciudadanos llamó a dar un viraje a la estrategia económica, pues la actual induce al desmantelamiento del aparato productivo, la dependencia del exterior y la perpetuación de la desigualdad. Jesús Silva Herzog F, Cuauhtémoc Cárdenas, Ciro Murayama, Eugenio Anguiano, Jorge E. Navarrete, Norma Samaniego, Francisco Suárez Dávila, Carlos Tello, Enrique del Val, Rolando Cordera, Saúl Escobar, Gerardo Esquivel, Carlos Heredia, David Ibarra Muñoz, Leonardo Lomelí, Prudencio López y Mauricio de María y Campos concluyeron que la crisis económica mexicana no es resultado sólo de un desajuste de los mercados internacionales, sino de políticas erradas que han frenado el crecimiento y el avance social y que aunque México sufre con extrema severidad los efectos de la recesión, el gobierno no ha sido capaz de hacerle frente de manera oportuna y efectiva.

Al dar a conocer el documento “México frente a la crisis: hacia un nuevo curso de desarrollo”, apuntaron que el déficit en las finanzas públicas es consecuencia de la falta de voluntad para desmantelar privilegios e introducir progresividad en el sistema tributario y por el dispendio de recursos públicos. Debemos redefinir objetivos y aplicar por lo pronto políticas anticíclicas con una estrategia agresiva de inversiones públicas, reconstruir la planta productiva y retomar el objetivo de la autonomía alimentaria.

Las principales propuestas son: Ajuste de sueldos de funcionarios públicos y quitar prestaciones fuera de la ley; Reducción sustancial en contratación de tiempos en los medios de comunicación; Aumentar gasto en infraestructura y en programas sociales, en especial salud, educación y ciencia y tecnología; Acentuar el carácter progresivo del ISR; Ampliar base gravable y eliminar deducción de gastos no estrictamente necesarios; Hacer más riguroso el régimen de causantes menores; Eliminar porosidad de regímenes especiales y de consolidación y los de excepciones y trato especial; No exentar del impuesto predial a empresas públicas ni instalaciones de gobierno; Rendición de cuentas en uso de recursos y fortalecimiento a la Auditoría Superior de la Federación; Acceso a la seguridad social independientemente de la condición laboral.

Estas propuestas toman en cuenta experiencias en EEUU, China, Alemania y Brasil para la recuperación. Se concluye que se debe revalorar el papel del Estado en la economía, para terminar con la economía del privilegio de unos cuantos.
Ya se distribuyó a quienes tienen opinión y decisión. Seguro es mejor opción ¿o no?

jueves, 17 de septiembre de 2009

El que respeta la Paz tiene derecho a lo ajeno

Políticos dan el grito,
Y se escucha muy obsceno,
Le cambian a Don Benito,
¡Tienen derecho a lo ajeno!
La gente unida, repito,
Debe luchar por lo bueno.

Una proporción alta de nuestra población sigue siendo conservadora y reaccionaria y se identifica más con Iturbide que con Hidalgo o Morelos, prefieren a Don Porfirio sobre Villa o Zapata y admiran más al bello Maximiliano que al indio Benito Juárez.

Lo mismo les pasa a los gobiernos conservadores, aliados a la parte más retrógrada de la Iglesia, la que por siglos ha estado más cerca del poder que de la gente ¿Hubo excomunión a Don Miguel Hidalgo? ¿Las puertas del infierno se abrieron para recibir el alma de Benito Juárez? Ahora que estamos cerca de los aniversarios del centenario de la Revolución Mexicana y del bicentenario de la Independencia de México, debe ser muy difícil para ellos el tener que organizar los festejos de esos dos grandes movimientos sociales de nuestro país y tener que ensalzar a líderes que lucharon contra gobiernos conservadores que tenían al país en manos de personas que velaban más por los intereses extranjeros que por los del pueblo y los de la nación.

Recordemos la época de la paz porfiriana, que intentó destruir el último resto de pundonor y de dignidad de nuestra raza. Dios mandaba en los cielos, Don Porfirio en la tierra, Terrazas y Creel en Chihuahua, etc, los que desplegaban ante el pueblo embrutecido, alcoholizado, anestesiado y muerto de hambre, su lujo, sus rapiñas, sus asesinatos y sus asaltos al derecho a la vida, a la honra y a los bienes de los indefensos. Era la época de las grandes concesiones ruinosas para el país, pero muy benéficas para los favorecidos del régimen, en ferrocarriles, en zonas petrolíferas de muy alta riqueza, mientras los chorros de libras esterlinas iban como comisiones o propinas, llenando los bolsillos de nuestros más preclaros estadistas. Era la época en que Limantour entregaba el usufructo de nuestro crédito a unos cuantos usureros, que no impulsaban obras y aprovechaban las necesidades e ignorancia de nuestro pueblo.

Los liberales del siglo XIX constituyeron sin duda, la generación más brillante y honesta de nuestra zarandeada historia cultural y política, encabezada por el indio zapoteco Benito Juárez, quien nunca traicionó su austeridad republicana, lucho contra la intervención extranjera apoyada por los conservadores y creó las instituciones indispensables para garantizar la salud de un régimen republicano que intentó conciliar las leyes con la justicia y encontró en el laicismo la mejor y más justa forma de convivencia social. Despertó el entusiasmo de Víctor Hugo y de Unamuno por su labor civilizatoria y por el radicalismo inteligente de su pensamiento liberal y libertario.

Nuestro país está gobernado por grupos conservadores, cercanos a la Iglesia pero alejados de los ideales juaristas, cuyo apotegma modificaron a su conveniencia “El que respeta la paz tiene derecho a lo ajeno” y si no, vean sus sueldos y prestaciones, las grandes concesiones al gran capital nacional y extranjero, la clase trabajadora explotada y sin oportunidades, las empresas públicas como botín de políticos y líderes, los bancos extranjeros enriqueciéndose sin freno, la desigualdad creciente con ricos exhibiendo su riqueza y millones de pobres sufriendo hambre y desencanto.

No obstante lo anterior, creo que los ciudadanos y la población en general debemos festejar, pero no participando en los actos oficiales, sino organizando foros y reuniones para recordar los ideales y valores que se han quedado como letra muerta y exigir que se cumplan. El congreso tiene una oportunidad para evitar un estallido social.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Mi informe del informe

Hay informe no hay debate,
Pero todo es confusión,
La economía un desgarriate,
Pero no pa’ Calderón,
A los pobres Jaque Mate,
Con impuestos de a montón.

Se modificó la ley para acabar con la ceremonia absurda del Día del Presidente, pero quedó deforme e incompleta. Ahora permite una nueva modalidad de “lucimiento personal del Presidente”, ante los medios y con un público a modo e impide que el jefe del gobierno rinda cuentas ante el Congreso y que haya un debate entre dos de los poderes de la unión, confundiendo la República real con la fantasía televisiva.

En la sesión inaugural del Congreso hubo pronunciamientos importantes, pero de nada sirven si no se debaten. En la calle se resiente el desempleo y la miseria.

Calderón propone austeridad, pero no en su promoción personal. Millares de spots, explicando logros, que si fueran reales, no nos tendrían sumidos en esta crisis; hizo una ceremonia tan majestuosa como inútil en Palacio Nacional y contrató un programa de una hora, en horario estelar de las televisoras, para “dialogar con los ciudadanos”, contestando preguntas de un público bien seleccionado. Hubiera sido interesante que en lugar de los invitados se hubieran presentado los miembros del gabinete para preguntarle cómo salir de la crisis, para ver si tenía alguna respuesta. La verdad es que la prioridad de Calderón es aparentar que sabe y que está trabajando duro.

Al final de su “informe” Calderón propuso 10 puntos que constituyen toda una compleja agenda, advirtiendo que se acaba el tiempo y el dinero, como si su gobierno fuera ajeno a ello, además los presenta ahora, que tendrá franca minoría en el Congreso y no explica el contenido de cada una de ellas, ni alude a un cambio de timón, o sea, de cambio de modelo de desarrollo, sino que insiste en más de lo mismo. Me parece una estrategia mediática, para justificarse de antemano y tratar de culpar al Congreso.

Las 10 líneas de acción son: combate a la pobreza, cobertura universal de salud, educación de calidad y lucha frontal contra el crimen, más las reformas de las finanzas públicas, del sector telecomunicaciones, de empresas públicas del sector energético, la del sector laboral, la reforma política y electoral y la simplificación de trámites. Así expresadas, resultan atractivas pero huecas. ¿Terminarán la subordinación con la líder magisterial y con las dos cadenas televisivas?, ¿eliminarán los privilegios fiscales de las grandes empresas?, ¿castigarán a los culpables del saqueo a la nación?, ¿pensarán en el pueblo y en el país o sólo en el beneficio de los partidos?

En sentido contrario, los legisladores del PRI, parten de que el actual modelo económico está agotado, como si alguna vez hubiera funcionado y proponen una ley de recuperación económica para crear plazas laborales y combatir la pobreza, con incentivos fiscales para las empresas generadoras de empleo formal de largo plazo y que impulsen la actividad económica. Al menos ya no defienden el modelo neoliberal.

El gobierno envió el martes al Congreso el paquete económico para el 2010, con propuestas de reducción de gastos y de burocracia, que me parecen modestas porque hay mucha tela de donde cortar y con aumento de precios y de impuestos que me parecen contrarios a un objetivo de reactivar la economía y generar empleos. ¿Cambios en el gabinete para distraer? ¿No convendría que metieran al Vasco Aguirre? En fin, ya la pelota está en la cancha del Congreso. Una cosa son las finanzas públicas y otra muy distinta es la economía nacional. ¿Cuál van a salvar?

jueves, 3 de septiembre de 2009

Limítate a divertirte

Quieren las bocas callar,
Sólo se vale aplaudir,
Nada pueden arreglar,
Y no nos quieren ni oír,
¿pa’qué quieren criticar,
Si se pueden divertir?

Desde hace mucho tiempo, varias personas que me hacen el favor de leer mis columnas me comentan que se deprimen al leerlas, que hablo mal de nuestro país: que si no tenemos crecimiento económico, que no se crean empleos, que nuestra agricultura está abandonada, que la educación es un desastre, que hemos despilfarrado los excedentes petroleros y estamos matando a la gallina de los huevos de oro, que nuestra clase política atiende más los intereses de los poderosos que la necesidades del pueblo, que la inseguridad va en aumento, que la corrupción está incontrolable y la impunidad reina con todo su esplendor, etc, etc, ……

Un compañero del club me llegó a decir, que yo tenía la culpa de lo que nos pasaba por lo que escribía y que mejor hablara de lo bueno. Considerando que casi a toda la gente le gusta el futbol, para darles gusto me puse a investigar, para dedicarle varias columnas y me enteré que ya tenemos un equipo en primera división llamado Los Gallos Blancos y que lleva seis partidos jugados con 18 puntos disputados, de los que sólo ha ganado dos puntos y que están en el último lugar con gran riesgo de bajar de división y me dije ¡Qué barbaridad! Mejor tampoco hablaré de eso, pues me podrán culpar de las siguientes derrotas.

Todo esto me ha traído a la memoria una anécdota que nos sucedió a mi esposa y a mí hace como un año, cuando al llegar al salón del festejo de la boda de la hija de unos amigos, dimos nuestro nombre para que una señorita nos asignara mesa y alcanzamos a escuchar a la señora que iba delante de nosotros, que le decía a su marido: cuando estemos en la mesa con las personas que nos hayan tocado, acuérdate de no hablar de política ni de religión, no comentar sobre deportes, no contar chistes, no vayas a fumar ni a beber, en fin ¡limítate a divertirte!

Yo creo que Calderón estuvo en la misma fiesta, porque hace unos días nos mandó un mensaje criticando a los críticos y convocándonos a hablar bien de México. Me gusta hablar bien de nuestras bellezas naturales, de mi alma mater la UNAM, de mexicanos que han destacado en las ciencias, en las artes, en los deportes, de mujeres que han sacado adelante a sus familias luchando contra todo; pero no puedo hablar bien de nuestra economía, ni de nuestra política, ni de la creciente contaminación, ni del aumento de la corrupción y su insultante impunidad, ni de los sueldos desmesurados de políticos y funcionarios, mientras el pueblo está sin trabajo y muriéndose de hambre, ni de las relaciones de poder entre la clase política y los grandes consorcios de comunicación y líderes sindicales corruptos.

¿Cómo debemos comportarnos para ser buenos ciudadanos?, ¿Debemos ser resignados, pacientes y sufridos? , ¿Debemos aceptar y apoyar lo que decidan nuestras autoridades?, o ¿Debemos conocer y analizar lo que sucede y criticar lo que está mal y de ser posible proponer otras opciones? Creo que la obligación del ciudadano, sobre todo del preparado, es usar la crítica como instrumento para hacerse oír y esto, lo deberían propiciar las autoridades si realmente quisieran resolver problemas. Flaco favor le hacen al Presidente y a cualquier directivo todos los que le dice a toda hora que es lo máximo y que nunca hubo alguien como él, pero la “buena educación” nos lleva al “silencio de la gente buena”, a la apatía y a la indolencia, porque no es de gente bien nacida criticar.

En el próximo número haré una crítica a los 10 puntos propuestos por Calderón en el informe.