Tecnócratas financieros,
Prepotentes sin moral,
Gobiernos convenencieros,
Apoyan al capital,
¿Donde fueron los dineros,
De esta debacle mundial?
Las políticas de privatización, apertura comercial, financiera, y flexibilidad laboral, implantadas a través del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional en casi todo el mundo, apoyadas con tecnócratas preparados principalmente en EEUU y colocados en posiciones claves, bajo la propaganda de prosperidad, bienestar, racionalidad, escondían un enorme grado de explotación y especulación, con degradación del medio ambiente, que tenderían, tarde o temprano, a provocar un colapso general en el mundo. Los actos de codicia y de ambición desmedida mostrada por los causantes de la crisis actual, son parte de las reglas del capitalismo, solo que los tecnócratas de las finanzas los olvidan o los ignoran, por querer transmitir solo sus bondades y ahora se muestran sorprendidos por la derrota de su doctrina del libre mercado.
Es obvio que habrá cambios importantes en la geopolítica mundial. En las próximas semanas y meses veremos reacomodos de China, Rusia, India, Países Árabes, Latinoamérica y la Unión Europea. Los EEUU tendrán participación importante, pero no serán los que marquen el rumbo.
El entramado económico y las relaciones están tan entretejidas que es imposible no salir afectado por este huracán financiero, originado por especuladores protegidos por la administración de Bush. ¿No será momento oportuno para sentarse a discutir con seriedad la estrategia económica de la nación e impulsar la economía interna? ¿No será momento de replantear nuestra relación con los países de América Latina? ¿No será momento de revisar nuestra dependencia enfermiza con los EEUU? ¿No será momento de replantear los proyectos de reformas pendientes? ¿No será momento para pensar en el futuro del país?
El distanciamiento entre la sociedad y el Estado es creciente. Los actos del gobierno y de los tres poderes de la Unión, están y son percibidos por la población, como lejanos y distantes de sus intereses. Muchos de nuestros “gobernantes” se comportan como si fueran empleados de los organismos financieros internacionales, poco preocupados por los intereses de la nación.
Hago un paréntesis para relajarnos con una anécdota: Uno de esos tecnócratas, hacía con frecuencia reuniones de trabajo en su casa con personajes importantes y su pequeño hijo de 7 años escuchaba hablar de eficiencia, productividad, rentabilidad. Un día el padre le preguntó qué qué le gustaría que sus padres le regalarán en la Navidad que se acercaba, a lo que de inmediato contestó el niño: “un hermanito”. El papá se sorprendió, pero casi de inmediato contestó: “no es posible hijo, tu mamá y yo ya no tenemos el tiempo suficiente para eso”. El hijo se quedó pensando y preguntó: ¿Oye papá, y si ponemos más hombres a trabajar?
La magnitud del desafío, supone un quiebre del modelo neoliberal y requiere de una reorientación drástica de las políticas para proteger en lo inmediato el empleo y los ingresos de la gente y en el mediano plazo lograr un plan de consenso para rescatar a la nación.
Hace 2 años, la UNAM convocó a técnicos e investigadores de las principales instituciones académicas (públicas y privadas), al seminario “Agenda del Desarrollo 2006-2020, para realizar un análisis integral de los grandes problemas económicos, sociales y ambientales de México y proponer soluciones creativas y factibles (sin aislar a México del mundo sino insertándolo de manera inteligente y justa). En marzo de 2007 se publicaron 15 tomos de “AGENDA PARA EL DESARROLLO” con los análisis y las propuestas del seminario.
Así como éste, debe haber muchos estudios y propuestas sensatas que no llegan a ser discutidas ni por los partidos, ni por el Congreso, ni por los funcionarios de gobierno. No necesitamos inventar el agua tibia. Se necesita voluntad política y amor a México, para lanzar una gran convocatoria para encontrar un rumbo propio para el futuro de nuestro país.
Prepotentes sin moral,
Gobiernos convenencieros,
Apoyan al capital,
¿Donde fueron los dineros,
De esta debacle mundial?
Las políticas de privatización, apertura comercial, financiera, y flexibilidad laboral, implantadas a través del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional en casi todo el mundo, apoyadas con tecnócratas preparados principalmente en EEUU y colocados en posiciones claves, bajo la propaganda de prosperidad, bienestar, racionalidad, escondían un enorme grado de explotación y especulación, con degradación del medio ambiente, que tenderían, tarde o temprano, a provocar un colapso general en el mundo. Los actos de codicia y de ambición desmedida mostrada por los causantes de la crisis actual, son parte de las reglas del capitalismo, solo que los tecnócratas de las finanzas los olvidan o los ignoran, por querer transmitir solo sus bondades y ahora se muestran sorprendidos por la derrota de su doctrina del libre mercado.
Es obvio que habrá cambios importantes en la geopolítica mundial. En las próximas semanas y meses veremos reacomodos de China, Rusia, India, Países Árabes, Latinoamérica y la Unión Europea. Los EEUU tendrán participación importante, pero no serán los que marquen el rumbo.
El entramado económico y las relaciones están tan entretejidas que es imposible no salir afectado por este huracán financiero, originado por especuladores protegidos por la administración de Bush. ¿No será momento oportuno para sentarse a discutir con seriedad la estrategia económica de la nación e impulsar la economía interna? ¿No será momento de replantear nuestra relación con los países de América Latina? ¿No será momento de revisar nuestra dependencia enfermiza con los EEUU? ¿No será momento de replantear los proyectos de reformas pendientes? ¿No será momento para pensar en el futuro del país?
El distanciamiento entre la sociedad y el Estado es creciente. Los actos del gobierno y de los tres poderes de la Unión, están y son percibidos por la población, como lejanos y distantes de sus intereses. Muchos de nuestros “gobernantes” se comportan como si fueran empleados de los organismos financieros internacionales, poco preocupados por los intereses de la nación.
Hago un paréntesis para relajarnos con una anécdota: Uno de esos tecnócratas, hacía con frecuencia reuniones de trabajo en su casa con personajes importantes y su pequeño hijo de 7 años escuchaba hablar de eficiencia, productividad, rentabilidad. Un día el padre le preguntó qué qué le gustaría que sus padres le regalarán en la Navidad que se acercaba, a lo que de inmediato contestó el niño: “un hermanito”. El papá se sorprendió, pero casi de inmediato contestó: “no es posible hijo, tu mamá y yo ya no tenemos el tiempo suficiente para eso”. El hijo se quedó pensando y preguntó: ¿Oye papá, y si ponemos más hombres a trabajar?
La magnitud del desafío, supone un quiebre del modelo neoliberal y requiere de una reorientación drástica de las políticas para proteger en lo inmediato el empleo y los ingresos de la gente y en el mediano plazo lograr un plan de consenso para rescatar a la nación.
Hace 2 años, la UNAM convocó a técnicos e investigadores de las principales instituciones académicas (públicas y privadas), al seminario “Agenda del Desarrollo 2006-2020, para realizar un análisis integral de los grandes problemas económicos, sociales y ambientales de México y proponer soluciones creativas y factibles (sin aislar a México del mundo sino insertándolo de manera inteligente y justa). En marzo de 2007 se publicaron 15 tomos de “AGENDA PARA EL DESARROLLO” con los análisis y las propuestas del seminario.
Así como éste, debe haber muchos estudios y propuestas sensatas que no llegan a ser discutidas ni por los partidos, ni por el Congreso, ni por los funcionarios de gobierno. No necesitamos inventar el agua tibia. Se necesita voluntad política y amor a México, para lanzar una gran convocatoria para encontrar un rumbo propio para el futuro de nuestro país.
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