Poca chamba y mal pagada,
Cambios a lo laboral,
Para el obrero no hay nada,
Apoyo a lo patronal,
Mucha propuesta olvidada,
Se hace legal lo ilegal.
Desde hace más de 25 años en que nuestros gobernantes nos impusieron, sin consulta alguna, el modelo neoliberal vigente, con el ofrecimiento de que el país ingresaría al primer mundo, se crearían muchos empleos, nos volveríamos altamente competitivos y muchas otras linduras más, la realidad es diferente. Hay pobreza, desempleo, educación de escasa calidad, fuente de hidrocarburos sobre explotada y en declive, creciente dependencia en alimentos, gasolinas y tecnología y muchos campesinos que emigran hacia el norte. Nada hay que planear que “el mercado todo lo arregla” y nos hemos dejado llevar por la reacción, la improvisación, la ignorancia, el corto plazo, la corrupción y la incertidumbre, gastando en lo superfluo y desatendiendo lo necesario, provocando rezagos, desesperanza, desencanto y violencia.
El gobierno insiste en sus reformas estructurales, como queriendo profundizar las desigualdades existentes. La “libre competencia”, ha provocado que nuestro país, con una producción basada en maquila de exportación, que importa la mayor parte de los insumos, exporta casi pura mano de obra, cada día más competitiva por barata. Al gobierno le urge una Reforma Laboral a modo. Envió su propuesta al Congreso el pasado 18 de marzo, aparentemente sin tomar en cuenta las propuestas de especialistas, de la academia, de la sociedad civil y de la experiencia internacional.
Se propone que los salarios caídos en los juicios laborales se reduzcan a 6 meses, cuando la mayoría de estos se llevan mucho más tiempo. ¿A quién se le ocurrirá demandar?; la contratación y el pago de salarios podrá ser por horas, sin importar la estabilidad ni las prestaciones complementarias. Son acciones ya contempladas en otros países, pero donde existe seguro de desempleo, contratación colectiva por rama de actividad, protección universal a la salud y retiro, tribunales imparciales y eficientes, sanciones a violaciones empresariales. ¿Igualito que aquí?
Cada año egresan 250,000 universitarios y según la Asociación de Universidades (ANUIES), el mercado sólo absorbe el 40%, del cual sólo el 30% labora en asuntos relacionados con sus estudios. La iniciativa propone que las empresas contraten jóvenes para capacitarlos y dotarlos de experiencia y si después de cierto tiempo cumplen con las expectativas, la empresa debe brindarles un mejor puesto con un salario más alto en actividades relacionadas con su carrera, así como un empleo más estable y mejor remunerado. Suena bien, pero muchos patrones podrán explotar a jóvenes y los despedirán antes de su contratación formal.
En la actualidad, muchas empresas poderosas, actúan fuera de la ley en materia laboral y se atreven a decir que dentro de sus políticas no está la liquidación del personal despedido y las juntas de conciliación recomiendan a los trabajadores no irse a pleito y aceptar cualquier finiquito.
La gran riqueza de un país es su gente, principalmente sus jóvenes. El país debería invertir en ellos, en lugar de seguir aferrado a este modelo que los tiene en el desencanto. Los políticos hablan de la importancia de la familia, el deporte, la recreación, pero las condiciones de trabajo modernas, tienen a la mayoría sin poder atender nada de eso. La reforma presentada, cuya discusión se difirió para el próximo período, sólo tiene, aparentemente, la intención de legalizar lo que ya muchas empresas hacen fuera de la ley, desaprovechando la oportunidad de escuchar y tomar en cuenta a los expertos, para modernizar el marco laboral en beneficio de todos.
miércoles, 21 de abril de 2010
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