Ingeniero destacado,
Ganó el Premio Nacional,
El ve el país estancado,
La Ingeniería está muy mal,
El extranjero apoyado,
Cambiar es fundamental.
El 4 de diciembre de 2009 el Rector de la UNAM, Dr. José Narro, entregó el Premio Nacional de Ingeniería 2008 al Ingeniero Javier Jiménez Espriú, quien después de recibirlo pronunció un discurso. Entresaquemos algo de lo que dijo:
1.- He sido testigo y protagonista de la participación de la ingeniería mexicana en la construcción física, política, cultural y social de nuestra Nación. Se lo que la ingeniería mexicana puede realizar y conozco bien lo que hicieron los ingenieros mexicanos que nos precedieron. Cuando las decisiones políticas se sustentaron en el talento de los mexicanos y en los intereses de la nación, hubo solución a nuestros problemas.
2.- Hace 12 años al ser designado Miembro de Honor de la Academia Mexicana de Ingeniería, hablé sobre el “Futuro de México sin ingeniería mexicana” y advertí de la tragedia si no cambiaban las políticas. Cualquiera puede constatar que lo planteado entonces es hoy un presente con mayores rezagos y mayores incertidumbres.
3.- Hace 2 meses el Ingeniero Guerrero Villalobos al recibir la misma distinción se lamentó de que después del gran prestigio alcanzado por nuestra ingeniería, hoy su estado es deplorable, por el desmantelamiento de sus capacidades, causado por políticas erráticas, por los oídos sordos de quienes por convicciones o intereses personales, por desconfianza o por ignorancia, desde puestos de decisión ven con indiferencia lo propio y se inclinan con reverencia servil ante lo ajeno.
4.- Bajo presupuesto a las universidades, magros y disminuidos recursos para el desarrollo de la ciencia y la tecnología, simulaciones de reformas a la educación, entrega “llave en mano” a los dueños del dinero (principalmente extranjeros) los contratos de los escasos grandes proyectos que emprendemos, sin justificación de mejor calidad. Muchos funcionarios como la Malinche prefieren lo de fuera.
5.- Me siento apesadumbrado al ver a mi país con pobreza creciente y sin un plan sólido para contenerla. Desmantelada su industria de la construcción y petroquímica y desecha la de bienes de capital, las manufacturas a la baja, educación de escasa calidad, nuestra fuente de hidrocarburos en declive, con yacimientos sobre explotados irracionalmente. En resumen, tenemos un país lleno de necesidades y pleno de recursos, pero sin proyecto de nación. La reacción, la improvisación, el corto plazo, la ignorancia, la corrupción y la incertidumbre en el horizonte de nuestro futuro.
6.- Por falta de planeación, de sensibilidad política, de conocimiento, de compromiso, de ética, se gasta en lo superfluo y se desatiende lo necesario. Prueba son los enormes rezagos y el incremento en la drogadicción juvenil, en la inseguridad, la desesperanza, el desencanto y la violencia que asolan a nuestra sociedad.
7.- Dostoyevsky decía que “todos somos culpables de todo, ante todos”, pero en mayor grado quienes hemos tenido el privilegio de asistir a la universidad. Hay que conmemorar nuestras gestas levantándonos en armas, luchando para rescatar nuestra independencia mancillada por los dogmas de la globalidad. Hagámoslo con las armas del talento, de la inteligencia y de la razón, con las armas del conocimiento, de la ética, de la democracia. Con el arsenal que nos ha dotado la universidad pública. Hagamos una gran cruzada ciudadana y gremial por la dignificación profesional y por la participación de los que saben, que son muchos, en la atención y solución de los grandes asuntos nacionales, con visión de largo plazo y no con el horizonte del 2012.
¡Felicidades Javier!
miércoles, 10 de febrero de 2010
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