miércoles, 8 de julio de 2009

Lo que tenía que pasar, pasó

(1)
Para el PAN fue día fatal,
Derrota bien cosechada,
Aquí y en lo Nacional,
Su gestión fue reprobada,
El PRI regresó triunfal,
La izquierda desmoronada.

(2)
Pepe Calzada ganó,
Gran trabajo realizado,
Mucha gente lo apoyó,
Nada quedó descuidado,
Desventaja superó,
Y hasta una elección de Estado.


Pasaron las elecciones y LO QUE TENÍA QUE PASAR PASÓ. El PAN-Gobierno no supo aprovechar su oportunidad buscada durante tantas décadas, para gobernar con estilo diferente, ético, eficiente y que diera bienestar a la población, además metió la mano en los partidos de izquierda para dividirlos y crear anarquía y lo logró, pero la ciudadanía los castigó, a nivel estatal y nacional. El PRI logró un triunfo inobjetable. Además del voto de sus simpatizantes, cosechó los votos de castigo al PAN por su mal gobierno y a la izquierda por sus pleitos y desorganización.
Los grandes números nos señalan que de una lista nominal de 77.4 millones de personas, votaron 34.4 millones (44%) y de ellos 12.3 millones lo hicieron por el PRI (16%), 9.3 por el PAN (12%), 4 millones por el PRD (5.1%) y 1.9 millones de votos nulos (5.4% de votantes y 2.4% de la lista)

Cambio radical en la composición de la cámara de diputados. El PRI tendrá más de 250 diputados o sea, mayoría absoluta (incluyendo los 50 distritos que ganó en coalición con el Verde), misma que había perdido desde 1997. El PAN-Gobierno quedará más débil y dependiente y pensar que hace unas semanas acusaban al PRI de vínculos con el narco y ahora le tendrán que pedir sumisamente el apoyo para los futuros trabajos legislativos.

Los ciudadanos de izquierda están decepcionados y molestos por los pésimos resultados obtenidos, aunque eran claramente esperados. El país se merece una izquierda preparada, propositiva, responsable, organizada y honesta, por lo que los diferentes grupos tendrán que ponerse a trabajar en su inmediata reorganización.
A pesar de la corta duración de la campaña del voto nulo y de los muchos detractores que tuvo, su presencia fue significativa en las elecciones y superó a varios partidos, sin gastar recursos. Si no se hacen las modificaciones de fondo a nuestro sistema político para alcanzar una democracia eficiente, económica y con una mayor participación de la ciudadanía, el movimiento crecerá.

Aquí en Querétaro en las dos últimas elecciones para gobernador el PAN superó al PRI por un poco más de 20,000 votos en cada una. Ahora ganó el PRI por casi 30,000 votos. Obtuvieron 50,000 votos más en condiciones muy adversas. El PAN quería repetir y utilizó todos los recursos lícitos o ilícitos para lograrlo. Publicaron a página completa, encuestas fantasmas que señalaban una ventaja para ellos de dos a uno, que les quitó la poca confiabilidad que les quedaba. El PRI hizo un trabajo eficiente y repitió el modelo de Yucatán. Reordenó al partido que sufría de fuerte divisionismo unos meses atrás, escogió a un candidato joven, con buena imagen y con propuestas que calaron en diferentes niveles de la sociedad, creó redes de comunicación en todo el estado, de estudiantes, campesinos, obreros, profesionistas, amas de casa, empresarios, taxistas, maestros, etc, para difundir la imagen y propuestas del candidato, el cual participó en muchos foros y reuniones sin miedo a la crítica y organizó un equipo de trabajo con gente confiable para cuidar todos los detalles del proceso. La planeación y organización rinde frutos.
El PRI a nivel nacional tiene una nueva oportunidad que no debe desaprovechar. Debe buscar su identidad como partido de centro izquierda e irse alejando del nefasto neoliberalismo. Se vienen tiempos difíciles y no habrá pretextos. Tienen la mayoría y el sartén por el mango.

Pepe Calzada debe honrar sus compromisos y hacer un gobierno cercano a la gente y formar un equipo equilibrado con gente joven, preparada, entusiasta y con ideales y gente experimentada que le asegure buenos resultados, pues de su desempeño depende que esto no se convierta en alternancias sucesivas entre los dos partidos mayoritarios. Felicidades y suerte.

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