jueves, 30 de abril de 2009

¿Debemos de votar? o ¿los debemos de botar? II

La democracia incipiente,
La debemos mejorar,
Es cara e ineficiente,
Y no es de mucho confiar,
Si no le sirve a la gente,
La tenemos que cambiar.

La Democracia (poder del pueblo, por el pueblo y para el pueblo) es un sistema de gobierno conformado por una legislación (que es el marco legal), un grupo de instituciones (encargadas de operar y hacer cumplir el sistema y el marco legal), los partidos políticos (agrupación de ciudadanos con principios e ideología común) y ciudadanos (personas con derechos políticos). La democracia debe verse como una forma de vida y no solo como una obligación de ir a votar cuando hay elecciones. En cada país en que se practica, su calidad es diferente, pues depende de la calidad de sus componentes. Mala legislación, instituciones dependientes y presionables, partidos políticos amañados, corruptos y concentradores de poder y ciudadanos marginados, apáticos, desinformados y manipulables, darán una democracia mediocre, ineficiente e ineficaz.

En la columna anterior señalé que nuestra democracia es muy costosa, muy ineficiente y poco confiable, que no se ha preocupado por fortalecer la participación de la gente, permitiendo que sean los partidos políticos los que se apropien de los derechos de los ciudadanos, a los que dejan como simples votantes de opciones en las que no participaron y muchas veces ni siquiera ese voto es respetado. Asimismo, ofrecí propuestas y a continuación presento las más importantes:
1.- Democracia verdaderamente representativa y participativa (el objeto y el sujeto de la democracia debe ser el ciudadano): a) Incluir en la legislación mecanismos de participación directa como el referendum, el plebiscito, las candidaturas independientes (poder participar sin partido), la revocación de mandato (poder quitar a quien no funciona); b) Propiciar verdadera representatividad en el Congreso. Que surjan de los grupos sociales, de las colonias populares, del campo, de las fábricas (el 80% de la población concentra el 20% de la riqueza y el 20% de la población acumula el 80% de la riqueza y el 80% de los diputados representan a ese 80% de la riqueza y hay que cambiar para que representen al 80% de la población); c) Establecer criterios de selección de candidatos que aseguren que llegue gente con honestidad, con conocimiento (no quiere decir estudios universitarios) y con equilibrio emocional, así como un sistema de evaluación para calificar a los funcionarios que sirva como un verdadero escalafón para buscar otras posiciones de mayor responsabilidad, incluyendo la posibilidad de la reelección (las campañas se basarían en lo realizado y no en lo que prometen); d) Disminuir drásticamente los recursos que el Estado otorga a los partidos políticos, pues éstos se han convertido en distribuidores de un botín, que buscan el poder por encima de ideales, principios, ideología y ética y e) Propiciar la creación y desarrollo de organizaciones de ciudadanos, que participen en consultas de temas de interés.

2.- Instituciones Autónomas f).- En nuestras instituciones “autónomas” es el congreso quien designa a sus miembros y se vuelven dependientes. Propongo que sean propuestos por la sociedad civil y aprobados por un Consejo de académicos y gente de reconocida probidad.

3.- Reducción de gastos: g) Disminuir de 500 a 300 los diputados federales y de 128 a 64 los senadores y hacer un ajuste similar en las legislaturas locales; h) Eliminar los institutos electorales estatales y que sea un IFE fortalecido, el encargado de todas las elecciones; i) Que se agrupen los procesos electorales (menos fechas de elección); j) reducir a la mitad la lana a los partidos.

4.- Buenos ciudadanos k) Se requiere formar buenos ciudadanos y desde la educación básica se deben enseñar los derechos cívicos. El sistema debe preocuparse por capacitar y mantener bien informada a la ciudadanía y debe propiciar su participación activa en decisiones importantes para la vida en comunidad. Un sistema sin ciudadanos no puede llamarse democracia.

El problema es que estos cambios si se dejan a la clase política nunca vendrán, pues el poder no regala nada. Los ciudadanos organizados debemos arrancarles estos cambios y para contestar las preguntas del título digo que hay que votar y también hay que botarlos o ¿usted que opina).

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