En Democracia hay partidos,
Hay reglas e instituciones,
Candidatos elegidos,
Por voto en las elecciones,
Aún estamos restringidos,
Hay que hacerle correcciones.
En los últimos 100 años, algunos países han sido gobernados bajo regímenes totalitarios de izquierda o de derecha, donde la libertad es nula, otros con formas autoritarias con libertades restringidas y en la mayoría se han establecido sistemas democráticos (de izquierda y de derecha), donde el poder no deriva de la fuerza sino del voto de los ciudadanos.
En la “democracia directa” inventada por los Atenienses para gobernar la ciudad, las decisiones las tomaba la asamblea de todos los ciudadanos, mediante voto directo. Esto era posible por el tamaño de la ciudad y porque las mujeres, los menores de edad, los esclavos (que eran mayoría) y los extranjeros no eran considerados ciudadanos. Las decisiones las tomaba una minoría, culta y preparada y opinaban que darle poder a representantes era quitárselo al pueblo.
Por razones prácticas, la democracia que predomina es la “representativa”, donde el pueblo elige con su voto a sus representantes, para que éstos, en su representación, deliberen y tomen decisiones; sin embargo, en las democracias más modernas se utiliza una combinación de las dos, ya que la mayoría de las decisiones son tomadas por los representantes, pero los ciudadanos cuentan con mecanismos de participación directa, para que en ciertos asuntos de mayor trascendencia puedan votar, como son el “Plebiscito” (decir sí o no a un tema o proyecto), el “Referendum” (decir sí o no a una norma o ley) y la “revocación de mandato” (poder remover a una persona electa antes de que termine su plazo), entre otros.
Hay democracias “presidencialistas” donde el Presidente electo es jefe de Estado y jefe de Gobierno, a diferencia de las “parlamentarias”, en las que con el voto se elige a un Presidente o Jefe de Estado y al parlamento (congreso) y luego ese Presidente designa como Jefe de Gobierno o Primer Ministro, al que resulte ser líder del partido mayoritario en el parlamento, mientras que el candidato perdedor de la Presidencia queda como líder de la oposición.
Casi todas las democracias tienen en común que cuentan con un sistema de partidos que agrupan a ciudadanos, establecen plataformas políticas y luchan por alcanzar el poder proponiendo candidatos para tal fin; tienen una serie de reglas para desarrollar los procesos electorales (ley electoral); cuentan con instituciones creadas para aplicar la ley electoral y para sancionar en su caso a los infractores; dotan a los ciudadanos, través de la ley electoral, de un conjunto de obligaciones y derechos y generalmente el sufragio es universal (no hay exclusiones por género, preparación, condición socio-económica, raza o religión). Debe haber información sobre opciones, libertad para votar sin presiones, todos los votos deben valer igual y todos deben acatar la decisión de la mayoría, aún los que votaron en contra.
La democracia debiera ser una forma de vida y no sólo una forma de elegir a los gobernantes y no debe ser un fin, sino un medio para alcanzar mejores condiciones de vida. La gente dice: “para que quiero democracia si no hay trabajo o si el salario no me alcanza” o cosas por el estilo. La calidad de cada democracia depende de la calidad de sus componentes: partidos, reglas, instituciones, participación ciudadana, capacitación, legalidad, certeza, ya que muchas de ellas tienen defectos que las limitan e incluso las anulan, cuando se convierten en “Plutocracia” (poder de los ricos), en “Oligarquía” (poder de grupos minoritarios) o en “Aristocracia” (existencia de grupos con privilegios o ventajas sobre el resto de la población).
En las próximas semanas intentaré analizar la calidad de nuestra democracia, pues sólo conociendo sus avances, sus carencias y sus defectos, podemos hacer propuestas que nos permitan alcanzar una democracia moderna. (Continuará la segunda parte)
miércoles, 8 de septiembre de 2010
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