miércoles, 19 de mayo de 2010

¿QUÉ TAN VIEJAS SON LAS PIRÁMIDES?

El dinero rapidito,
Es el sueño de la gente,
Pirámide o huerfanito,
Pa’ ser rico de repente,
Mejor poner un Banquito,
Robas en forma decente.

El ganar dinero rápidamente es una ilusión generalizada. Ganar poco, no tener capacidad de ahorro, vivir agobiado por las limitaciones, deudas impagables, son causas de la ilusión.

Por eso tienen éxito las loterías, los progoles, los melates. La probabilidad de ganar es bajísima, pero la gente que participa sueña que algún día acertará y cambiará su vida y como si fuera un impuesto adición, dedica parte de sus recursos a este sueño.
Un mecanismo utilizado cíclicamente por estafadores es la “pirámide”. Garantizan a la gente muy altas tasas de interés por sus ahorros. Los ahorradores, que generalmente son de clase media baja, cobran efectivamente intereses muy superiores a los institucionales durante un período importante y se convierten en los entusiastas promotores de esos mecanismos e invitan a familiares y amigos a hacer lo mismo que ellos. La pirámide crece y crece, pues los resultados están a la vista. De pronto, cuando la pirámide ya alcanzó un número muy significativo de integrantes, se derrumba y los estafadores desaparecen con las bolsas llenas de dinero.

Parece que la primer “pirámide” fue inventada en 1919 por el italiano Carlo Ponzi. Los inmigrantes italianos mandaban cupones por carta a sus familias, para cambiarlos por dinero. A él se le ocurrió crear una empresa y ofrecer por esos cupones ganancias del 50% en 45 días y del 100% pasados 3 meses. Cobraban religiosamente los intereses ofrecidos. Las viudas hipotecaban sus casas y la gente invertía sus ahorros con Ponzi. Un analista financiero investigó que las obligaciones contraídas por el italiano eran equivalentes a 160 millones de cupones y sólo había 27,000. El defraudador fue a la cárcel pero la gente no recuperó sus recursos.

En México tuvimos el boom de la Bolsa de Valores en 1987. Funcionaba como banca paralela y la gente le mostró más confianza que a la banca del Estado. Su auge era tan impresionante que sin asesoría ni prevención del riesgo que corrían, miles de pequeños ahorradores, vendieron o hipotecaron, casas, coches y metieron el dinero en acciones ganadoras de Bolsa. Diario veían las noticias en la TV para constatar que sus acciones seguían subiendo, hasta que, como debía esperarse, la Bolsa cayó de manera inesperada. Algunos vivales ganaron millonadas, mientras que miles y miles de personas perdieron todo su patrimonio.

La crisis mundial de 2008 y 2009 derivada de las hipotecas subprime tuvo el mismo principio. Préstamos hipotecarios otorgados sin garantías a clientes riesgosos, crecimiento explosivo del valor de las viviendas, préstamos adicionales hasta por el nuevo valor de la casa, emisión de documentos avalados por las hipotecas, distribución de esos documentos en el sistema financiero internacional, con el visto bueno de autoridades y calificadoras de riesgos. Se rompió la burbuja, muchos dejaron de pagar, se derrumbó el precio de las casas, los documentos quedaron sin garantía real, colapso financiero con unos cuantos banqueros y funcionarios ganadores y millones de perdedores en todo el mundo.

En diciembre pasado supimos de la increíble estafa piramidal que construyó Bernard Madoff , ex presidente de Nasdaq (National Association of Securities Dealers Automated Quotation), que arrastró a gigantes de la banca mundial. Las pérdidas propias y de sus clientes fueron 10 mil millones de euros, por operaciones financieras con nombres rebuscados (estafas).

La intermediación financiera es utilizada como casino, en lugar de apoyar a empresas productivas. El efecto tequila, el efecto tango, ahora Grecia. Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional apoyan para que no salgan afectados los banqueros internacionales, los que se hinchan de dinero en complicidad con las autoridades, nada aportan a la economía, no hay responsables y la gente pobre de los pueblos tiene que pagar por los platos rotos.

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