El clima deteriorado,
Por acciones del humano,
El planeta calentado,
Ya casi nada está sano,
Reuniones sin resultado,
Levantemos voz y mano.
Del 7 al 18 de diciembre pasado se llevó a cabo en la Ciudad de Copenhague, Dinamarca la 15a Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP15), de la que surgió un documento denominado acuerdo de Copenhague, en el que se señala que deberán reducirse drásticamente las emisiones globales de dióxido de carbono –principal causante del calentamiento global– para que el aumento de la temperatura global se mantenga por debajo de los 2°C, lo que resulta muy loable; sin embargo, no se incluyen ni se mencionan compromisos concretos de los países para lograr ese objetivo, quedando su cumplimiento a la voluntad y capricho de las partes, sin obligatoriedad jurídica. El documento ha sido severamente criticado por gobiernos y movimientos sociales, acusando a los EEUU (nunca firmó el acuerdo de Kioto) de liderar un grupo, excluyendo a muchas otras opiniones, violando las bases del multilateralismo como la legitimidad, la transparencia, la inclusión, el proceso democrático de participación y de igualdad jurídica entre los estados.
Ante esta falta de voluntad política y de compromisos concretos, del 20 al 23 de abril pasado, en Cochabampa, Bolivia, se llevó a cabo la Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra, con el propósito de analizar las causas del cambio climático y proponer medidas de fondo que posibiliten el bienestar de toda la humanidad en armonía con la naturaleza. Esta conferencia, convocada por Bolivia, fue respaldada por los gobiernos que integran la Alternativa Bolivariana de las Américas, en la cual se llegó a la conclusión de que una de las causas del cambio climático es el sistema de vida que prevalece en el mundo: explotación irracional de la naturaleza; mercantilización y privatización de las tierras, recursos naturales y diversas formas de vida; sistema de producción y consumo exagerados; una lógica de competencia y crecimiento ilimitados; acumulación de riqueza en unos cuantos y negación y violación de los derechos más elementales, por lo que acordaron urgente y necesario fortalecer la vivencia y propuesta de los pueblos indígenas bajo el concepto del vivir bien, bajo principios y mecanismos que garanticen respeto, armonía y equilibrio de los pueblos con la naturaleza y que tenga como fin la vida y no el negocio; derecho al agua, al aire limpio y a la salud integral; derecho a estar libre de contaminación, polución, desechos tóxicos y radioactivos; derecho a que la naturaleza no sea alterada, ni modificada genéticamente; a la restauración plena y pronta de los daños que la humanidad ha infligido a la madre tierra.
México ocupa el lugar 12 a nivel mundial en generación de emisiones contaminantes, a la vez que forma parte de los primeros diez sitios con mayor biodiversidad en el planeta.
La próxima reunión de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP 16) se llevará a cabo en Cancún, México a fines de éste año. ¿Trascenderá lo planteado en Cochabampa para reencauzar por la vía multilateral y con la participación efectiva de todos los Estados el reconocimiento de que no se trata de un juego y que lo que está de por medio es la sobre vivencia de la humanidad y de que se deben tomar compromisos serios para re establecer el equilibrio entre la producción, el consumo y la naturaleza?, o ¿veremos que los países industrializados, seguirán mangoneando y tomando medidas bajo una lógica mercantilista, individualista y hasta entreguista a corporaciones internacionales? Hagan sus apuestas.
Los grupos privilegiados y las grandes empresas, con la complicidad de las autoridades, ganan mucho dinero contaminando y hasta ahora tienen la posibilidad de beber y respirar agua y aire limpios, aunque gasten mucho dinero en ello y no tienen conciencia del problema, mientras que a la mayoría de la población le llega, si bien le va, agua contaminada y es a la que sufre los estragos de las inundaciones, de la polución y de los alimentos contaminados.
miércoles, 12 de mayo de 2010
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