Poquitos decidirán,
Candidatos designados,
Los votos, luego dirán,
Son derechos ya ganados,
Y entonces si perderán,
Ciudadanos por dejados.
En julio próximo, habrá en Querétaro elecciones para gobernador, para 18 presidencias municipales y para 25 diputaciones locales (15 de mayoría y 10 plurinominales), la cual es coincidente con la elección federal, en que se renovarán 300 diputados de mayoría (4 de Querétaro) y 200 plurinominales.
En días pasados El Universal publicó su más reciente encuesta, en la que señala que si las elecciones federales fueran en ese momento (9/02/2009) el PRI ganaría con 39.9%, contra 25.1% del PAN y 15.4% del PRD. Es importante recordar la cláusula de gobernabilidad, que señala que si el partido ganador obtiene más del 42% de los votos, tendrá derecho a 251 diputados (la mitad más uno) y tendría la mayoría absoluta, misma que perdió el PRI desde 1997 y que ahora, increíblemente, está cerca de poder recuperarla.
Cada partido tiene el “voto duro” (electores que siempre votan por ese partido, sin importar candidato, logros ni fallas), pero los demás a veces votamos por uno o por otro según nos parezca. Hay que recordar que a pesar de que aquí en Querétaro el PRD ha tenido presencia modesta de entre el 4 y el 7%, en
Cada partido tiene dentro de sus estatutos las formas para seleccionar a sus candidatos: por designación directa (el Comité Directivo lo nombra), o bien por elección cuando se registran dos o más precandidatos para el mismo puesto, en cuyo caso el partido puede hacer elección abierta (ciudadanos con credencial de elector), o cerrada (miembros del partido o bien solo consejeros del mismo).
Es curioso que el PRI que casi siempre utilizó el dedazo para designar a sus candidatos, ahora ya no tenga ese procedimiento en sus estatutos, mientras que el PAN y del PRD tienen previstas casi todas las posibilidades. El PAN anunció que al menos para los puestos de diputados federales usará en su mayoría la designación o dedazo, lo que ha causado malestar en varias partes del país entre posibles aspirantes, que no podrán contender, ni siquiera registrarse, pues será el Comité Nacional (Presidente de
El PRI, a falta de dedazo, está realizando negociaciones previas con los distintos aspirantes para tratar de que solo se registre uno y sea un candidato de unidad. En el PRD se están realizando negociaciones entre las dos partes en conflicto para que cada una designe una proporción de candidatos. Estos procedimientos nacionales, parece ser que también serán utilizados por los Partidos en Querétaro. El PAN y el PRD harán designaciones y el PRI tratará de llegar a candidatos de unidad (¿miedo a la democracia interna?).
Los ciudadanos seguimos marginados de la llamada “democracia”, ya que pequeños grupos de poder seleccionan a los candidatos de cada partido y luego nos dicen que nosotros tenemos el poder de definir el futuro con solo ejercer nuestro voto, o sea que generosamente nos dan una limosna de democracia.
Al autorizarse el año pasado la nueva ley electoral, nos dijeron que el excesivo gasto en las campañas se disminuiría drásticamente al prohibir a los partidos contratar spots en los medios y al reducir los tiempos de campaña, lo que representaba casi el 80% de sus gastos, pero vemos que el gasto asignado para las campañas federales no disminuyó con respecto al comparativo anterior, sino que resulta ligeramente superior.
La clase política está muy desprestigiada ante la población, pues parece que representa otros intereses y no los del pueblo. Ahora ante la crisis tan severa deberían dar un ejemplo, haciendo planteamientos de fondo en cuanto a la definición de un nuevo rumbo económico y social y en lo inmediato, disminuir sueldos y prestaciones de los altos funcionarios y legisladores, disminuir el número de diputados y senadores, bajar drásticamente los gastos de campaña y destinar todos estos recursos a programas de fomento del empleo.
La democracia debiera ser una forma de vivir y de participar dentro de una sociedad en las decisiones de todos los días y no solo en el votar cada 3 años por candidatos que imponen los partidos. Los ciudadanos debiéramos presionar por mecanismos de participación directa: referendum, plebiscito, candidaturas independientes, revocación de mandato, rendición de cuentas, etc.
En respuesta al título de la columna, mientras las cosas sigan igual, no es significativo que partido va a ganar, ya que quien perderá será el país y nosotros sus habitantes por dejados ¿no cree?
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