martes, 2 de diciembre de 2008

Debo no niego, Pago no tengo (#34)

Hay falsa felicidad,
Al tener financiamiento,
Gastan con facilidad,
Al pagar viene el tormento,
¿Que hará hoy la Autoridad?
Morosos van en aumento.


Según cifras recientes del Banco de México, la deuda de las familias (principalmente de clase media) que en el 2000 representaba el 8.7% del PIB ha llegado ahora a más de 1 billón, 300 mil millones de pesos (13.5% del PIB), su nivel histórico más alto. Este endeudamiento incluye préstamos hipotecarios, adquisición de automóvil tarjetas de crédito y préstamos personales.
Este incremento se debe a: a) La voracidad de los bancos que han repartido créditos casi como si fueran tarjetas de presentación, cobrando tasas de interés y comisiones altísimas; b) La falta de cultura financiera de los usuarios, que compran lo que sea, con tal de tener “facilidades para el pago”, sin partir de un presupuesto familiar y sin medir sus efectos; c) La atractiva publicidad en los medios que incita al consumismo y d) La deficiente regulación gubernamental que permite que no haya información completa a los consumidores sobre las implicaciones de las compras a crédito y de los pagos y plazos, además de dejar que los bancos cobren las tasas y comisiones que quieran.


La cartera vencida de las instituciones financieras que corresponde a los pagos no realizados por los contratantes de los créditos ya rebasó, en el caso de las tarjetas de crédito, el 10% del monto adeudado, más del triple del estándar internacional (3%) y con fuerte tendencia a la alza. La proporción en otros créditos al consumo es inferior pero también con tendencia alcista.
La cartera vencida crece por: a) Las tasas de interés de las tarjetas ha venido creciendo desde 37% a más del 50% y ahora más del 75% anual (incluyendo comisiones), b) Más de dos terceras partes de los usuarios de tarjetas pagan cada mes el mínimo, de cuyo valor casi todo corresponde a intereses y comisiones, por lo que se vuelve una deuda interminable, que la mayoría “resuelve” obteniendo otras tarjetas; c) La irresponsabilidad de los bancos y de muchas familias, que hace que exista una gran desproporción entre la deuda y la capacidad de pago, lo que asegura que tarde o temprano va a haber problemas de incumplimientos y c) Los despidos y disminución de ingresos derivados de la crisis mundial, que seguramente incrementarán aún más la cartera vencida.


Hasta ahora las instituciones financieras están disminuyendo el crédito al consumo (después del niño ahogado quieren tapar el pozo) lo que impactará en el ya de por sí débil mercado interno; sin embargo, algunas personas tienen algo ahorrado, otras van a recibir aguinaldo y otras más obtendrán liquidación por despido laboral, por lo que las próximas semanas son críticas pues la euforia navideña y de fiestas puede hacer que esos recursos escasos se vayan a compras y gastos no prioritarios, complicando aún más la difícil situación financiera de las familias para el próximo año.

A las familias lo que les podría recomendar es: i) Reunirse en familia, comentar su situación específica y definir estrategias de adecuación a su forma de vida; ii) Cuidar su fuente de empleo; iii) Revisar gastos y reducirlos a lo estrictamente necesario; iv) Ahorrar lo más posible, sobre todo los que recibirán aguinaldo o liquidación por despido; v) Pagar la mayor parte de sus deudas, sobre todo si están a tasas de interés variables (tarjetas de crédito); vi) Usar su tarjeta de crédito pero hasta el monto que puedan pagar en su totalidad en la fecha señalada para no pagar interés alguno.


En los próximos meses el país resentirá en mayor medida la crisis mundial y es urgente el Acuerdo Nacional que contenga medidas para contra restar sus efectos.
Es oportuno recordar palabras de Einstein: "No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar superado. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia y la tragedia de no querer luchar por superarla”.

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