Tener confiabilidad,
Cuando se hace la elección,
Órganos de calidad,
Que apliquen legislación,
Y darle a la sociedad,
Cultura y preparación.
Es muy importante no olvidar que el prestigio y la confiabilidad adquirida, ya sea a nivel personal, de grupo o institucional, es posible lograrla después de muchos años de labor congruente y de resultados, pero se puede perder en un instante, debido a una actuación desafortunada, equivocada, incorrecta o incongruente y después resulta casi imposible volver a restituirla. No basta alcanzarla, hay que conservarla y acrecentarla.
El independizar los procesos electorales del gobierno, el ciudadanizar los Consejos Directivos de los órganos electorales y con ello hacer confiables las elecciones, se logró con muchos años de lucha ciudadana, sin embargo, permanentemente están en peligro, por grupos que pretenden controlarlos a su voluntad.
Los poderes fácticos, o sea, el poder tras el trono: grandes empresarios, medios electrónicos de comunicación, sindicatos, clero, partidos políticos y hasta el crimen organizado, tienen grandes intereses y no les gusta verlos en peligro y prefieren una democracia presidencialista para tratar con un Presidente con todo el poder, el logro de sus objetivos particulares, lo que se les podía dificultar ante un grupo plural y representativo de los diferentes sectores de la población, que debiera ser el poder legislativo.
Los analistas políticos cometemos el error, al ver actuaciones deficientes del legislativo, de sumarnos a los intereses de los poderes fácticos y al criticarlos contribuimos a su deterioro ante la opinión pública. Lo que necesitamos con urgencia es fortalecer tan importante órgano de equilibrio de poderes, democratizando a los partidos políticos, para asegurar que lleguen a las curules personas que verdaderamente representen a toda la población y que sus decisiones contribuyan al bien de las mayorías.
Cuando terminé mi carrera de ingeniero ingresé a trabajar en la Secretaría de Obras Públicas pues me gustaban los proyectos carreteros y las obras de infraestructura en general y en los 36 años que laboré en dependencias de gobierno puse toda mi dedicación, conocimientos y honradez a su servicio. Cuando yo hacía críticas a acciones del PRI que no me agradaban, me decían que yo le debía mis puestos a ese partido y que parecía de la oposición; en Querétaro los gobiernos panistas no me dieron trabajo por mi trayectoria, o sea, por provenir de gobiernos priistas, sin analizar mis resultados y capacidad y cuando realizaba críticas a algunas de sus acciones, me descalificaban por ser emisario del pasado. A los partidos políticos no les gusta ni propician el debate interno, pero su funcionamiento es clave en una democracia, por lo que insisto en la urgencia en democratizarlos para que jueguen el papel que deben en la sociedad.
La Cámara de diputados en México y la LVI Legislatura de Querétaro están en la mira del ciudadano, ya que deben designar en las próximas semanas a nuevos consejeros del IFE y del IEQ respectivamente y aunque tienen la oportunidad de avanzar y de hacerlo de acuerdo a capacidades de los candidatos, existe la presión de los partidos para hacerlo, como ya lo han hecho, por cuotas partidistas. Yo espero, por el bien de la democracia que impere la primera vía, pues sería una señal de interés en que los órganos electorales tengan confiabilidad ante la ciudadanía.
Yo propongo que una vez integrados los Consejos Directivos y para fortalecer más su autonomía, sean éstos los que a la brevedad inicien un proceso de revisión de la legislación electoral y coordinen foros y seminarios de análisis y debate sobre el tema, incluyendo aspectos fundamentales como eliminar al factor dinero como determinante para el acceso a los cargos de elección popular, impedir la inequidad producida cuando el partido que ostenta el poder favorece indebidamente a sus candidatos, privilegiar las plataformas electorales como base para que el elector tome sus decisiones, reducir el excesivo gasto electoral, reglamentar los mecanismos de participación directa del ciudadano en asuntos prioritarios, evitar las prácticas de compra y coacción del voto, reglamentar la relación empresarios- candidatos, iglesias-candidatos, medios masivos de comunicación-candidatos, revisar los pros y contras de las candidaturas ciudadanas, mejorar la democracia interna en los partidos, pros y contras de la re elección, ventajas y desventajas de una segunda vuelta cuando no hay mayoría absoluta y tal vez la más importante, que sería la de incrementar la formación cívica electoral de la población, empezando desde las escuelas de educación básica. Usted ¿Qué opina?
jueves, 14 de octubre de 2010
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