jueves, 19 de agosto de 2010

¿QUÉ PENSARÍA CRISTO?

Cardenales, Jerarquía,
Tienen derecho a opinar,
Lo que ya no se valía,
Insultar y difamar,
Juárez siempre lo decía,
Cada quién en su lugar.

Hace unos meses la Asamblea Legislativa del DF aprobó la ley que permite las bodas entre parejas del mismo sexo y la adopción de hijos por parte de estas parejas. El Gobierno Federal-PAN a través de la Procuraduría presentó una controversia constitucional; sin embargo, hace unos días la Suprema Corte de la Nación dictaminó que no hay contradicción de esta ley con la Constitución y por tanto es válida.

Dentro de los grupos opositores a la ley se encuentra la iglesia católica y todos tienen todo el derecho, dentro de un país libre, a expresar su opinión y a ser oídos por las autoridades, pero también tienen la obligación, al igual que todos, de acatar las leyes aprobadas, aunque no estén de acuerdo con ellas.

El Cardenal Juan Sandoval Iñiguez, Obispo de Guadalajara, tuvo una deplorable intervención sobre el caso y no me refiero a su opinión negativa sobre la ley, ya que está en su derecho de expresarla, sino por su lenguaje ofensivo lleno de odio y carente de caridad cristiana, al referirse a las parejas homosexuales como “maricones” y lo más grave, acusando sin presentar pruebas, a los Ministros de la Corte, de recibir dinero de Ebrard, Jefe del Gobierno del DF y de Organismos Internacionales para dar ese dictamen favorable a la ley aprobada. Eso es difamación si no presenta pruebas.

El vocero de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar, seguramente por instrucciones de su Jefe el Cardenal Norberto Rivera, Arzobispo Primado de México, se lanzó al ring señalando que el PRD era más peligroso que el narcotráfico, porque las leyes que ha promovido como la del aborto han producido más muertes que el narco, demostrando también ignorancia y mala fe, ya que no menciona que el gran número de muertas es por abortar clandestinamente. Adicionalmente amenazó con pedirles a los fieles que no voten por ese partido político. ¿Qué dirá el IFE?

La Conferencia del Episcopado de México, que agrupa a todos los obispos, no se ha deslindado de tan infortunadas declaraciones, apoyando lo dicho por ellos en cuanto a su desacuerdo con la ley, sin descalificar el tono y la violación a las leyes.
Al hablar contra la ley, los Cardenales se muestran muy preocupados por el futuro de los pobres niños que pudieran ser adoptados, preocupación que no mostraron en el caso del Padre Marcial Maciel, acusado entre otras cosas de pederasta, ni del sacerdote protegido por Rivera por el mismo delito y por lo cual le están siguiendo varios juicios en EEUU, en los cuales guardan un silencio cómplice.

Pareciera que la jerarquía católica quisiera regresar al siglo XIX, pues añora los tiempos en que tenía el control de bodas, nacimientos, muertes, formas de pensar y de actuar, amenazando a los disidentes con la inquisición. A partir de las Leyes de Reforma contamos con un Estado laico, con un registro civil que permite las bodas entre personas de cualquier religión, hay separación entre las cosas de la Iglesia y las del Estad, por lo que cualquier iglesia tiene el derecho de opinar sobre lo que quiera, pero ninguna puede imponer criterios y formas de pensar a personas y a gobiernos.

No sé que irá a pasar con los juicios que interpongan en su caso los afectados, pero yo esperaría que al menos en esta vez se aplique la ley y se les sancione, pues sobre todo hay que proteger el Estado laico que tanta sangre costó.
Por otra parte, ojalá que los creyentes no se dejen llevar a una guerra religiosa. Yo esperaría también que la mayoría se pronunciara con rechazo y repudio a esa forma de actuar sin misericordia de tal altos representantes de la jerarquía católica.

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