miércoles, 11 de agosto de 2010

LAS OTRAS NUEVE SALEN SOBRANDO

Hay que usar la Planeación,
Ciudadano muy atento,
Contra la improvisación,
Y contra mal argumento,
Hay que apoyar al peatón,
Y no al estacionamiento.

Hace unos días el Director del Instituto Municipal de Planeación, Arturo Maximiliano García, dio a conocer la intención del Municipio de Querétaro de construir un estacionamiento subterráneo en el Jardín Guerrero, en pleno centro histórico de esta bella ciudad, explicando que el objetivo es incrementar la capacidad de estacionamiento que actualmente es de 3800 cajones con 350 adicionales que proporcionaría este proyecto, con un costo de alrededor de $80 millones.

A partir de entonces han surgido una serie de opiniones a favor y en contra. Jesús Arredondo, Delegado del Centro Histórico lo ve positivo porque aliviaría el congestionamiento vial de la zona; Fernando Martínez Osornio, Presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de Querétaro dice que el proyecto puede resultar caro y complicado y que podría haber otras opciones como los 250 inmuebles que están a punto de caerse por daños estructurales y que podrían ser expropiados; investigadores del INAH lo juzgan como inviable e improcedente porque lo prohíbe un decreto presidencial de hace casi tres décadas y porque en 1996 la UNESCO inscribió a nuestro Centro Histórico como Patrimonio de la Humanidad; Roberto Servín, Cronista de la ciudad considera equivocado el proyecto, pues deben existir otros espacios fuera del primer cuadro y porque se debe crear la cultura de la andanza.

El Presidente Municipal dice que el proyecto podría ser realizado por inversionistas privados si se decide concesionar la construcción y operación del estacionamiento.
Esta discusión me recuerda una anécdota de uno de mis maestros en la Maestría de Planeación de la UNAM, quién la platicaba para que nos diéramos cuenta que aunque normalmente existen muchos factores y circunstancias que intervienen en un proyecto, algunas veces uno de esos factores tiene un peso tan relevante en la decisión que los demás ya poco cuentan. El era ex compañero y ex vecino del Presidente de la República y se publicó que este Presidente había festejado su cumpleaños con sus más queridos amigos. Todos le preguntaron si había asistido y contestó que no. Le preguntaron la causa y explicó que no había ido por 10 razones: la primera porque no me invitó y las otras nueve salen sobrando. Si dentro de las otras nueve estaba otro compromiso lo podía haber cambiado, si otra era que se sentía un poco enfermo se tomaba una medicina y así sucesivamente, pero la primera era definitiva y contundente, ya que no es de buena educación asistir a un festejo sin ser invitado.

Yo lo primero que preguntaría a las autoridades es sobre el futuro de nuestro Centro Histórico. Si como yo creo, tiene una vocación eminentemente turística y la planeación debiera enfocarse hacia allá, habría que sacar paulatinamente las oficinas públicas de esa zona para hacerla peatonal, creando las facilidades en las afueras de la zona para el estacionamiento de vehículos y estableciendo facilidades internas para la movilización de niños, adultos mayores y discapacitados. Imaginemos la concesión privada operando a partir de unos meses y veremos que será la principal opositora a que el centro sea peatonal, por interés propio y legítimo.

El Instituto de Planeación debiera empezar por el principio y definir a través de consultas con la población el destino del Centro Histórico y a lo mejor cuando le pregunten después sobre un proyecto de un estacionamiento bajo el Jardín Guerrero conteste que no se hará por 10 razones, la primera porque no encaja en el proyecto turístico peatonal de la zona y las otras 9 salen sobrando.

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