Ya va a empezar el mundial,
Todo mundo entretenido,
Igual que en lo electoral,
Reglas se han establecido,
Árbitro fundamental,
Que no le falle el silbido.
El mundo está revuelto y convulsionado, pero a partir de hoy habrá un recreo mundial, pues millones de personas de todas partes estaremos atentos al mundial de futbol que comienza el día de hoy en Sudáfrica y para nuestro país como para otros, más que un torneo deportivo, pareciera que nuestro equipo fuera a jugarse la dignidad nacional y por tanto los resultados suelen usarse con fines políticos.
En todas las competencias, ya sea deportivas, políticas o de cualquier índole se establecen reglas del juego que son las que norman el desarrollo del mismo. Los competidores se deben ajustar a dichas reglas so pena de sufrir infracción por parte de un árbitro encargado de vigilar su cumplimiento y de sancionar a los infractores, con penas previamente establecidas en las propias reglas del juego.
Las reglas se modifican de vez en cuando para actualizarse o supuestamente perfeccionarse. El árbitro tiene la obligación de apegarse a las que estén vigentes en el momento del juego. Su función no es fácil, pues siempre tiene la presión de los competidores, de los espectadores, de los medios. No siempre cuentan con apoyo de equipo y tecnología suficiente para su función, tienen que tomar decisiones inmediatas con la información disponible, además de que algunos competidores tratarán de engañarlo, infringiendo el reglamento, pero simulando juego limpio.
El futbol, a pesar de ser uno de los juegos más populares en el mundo, no ha querido modernizar sus reglas. En otros deportes como el futbol americano o el basquetbol el reloj está a la vista de todos, tiene un tiempo efectivo de juego y el reloj se detiene cuando la pelota sale del campo, cuando hay un lastimado o cuando se marca una falta; asimismo, se permite la revisión en video por parte de los árbitros en ciertas jugadas dudosas que les permiten ratificar o rectificar su decisión.
Para llevar a cabo los procesos electorales en el país y después de la escandalosa caída del sistema en la Secretaría de Gobernación en las elecciones de 1988, se han venido estableciendo y modificando las reglas del juego para la participación de los partidos políticos, de los candidatos, de los votantes, de las instituciones encargadas de su organización y supervisión, a través de la llamada Ley Electoral, pero estamos lejos de contar con un esquema realmente confiable.
Dos son los problemas más evidentes de nuestra democracia: la falta de conocimiento y conciencia cívica de la gente que hace que no luche y exija sus derechos y la falta de autonomía de los órganos responsables de su organización y control. Hasta 1988 la Secretaría de Gobernación era la encargada del proceso, después se creó un órgano con cierta autonomía, pero que era presidido por el propio Secretario de Gobernación, con representantes del poder legislativo y consejeros magistrados (abogados del poder judicial), luego se hizo autónomo y se trató de ciudadanizar, con consejeros ciudadanos, después llamados consejeros electorales designados por el congreso; sin embargo, hay quejas de que son seleccionados con base en cuotas de los partidos políticos y que por lo tanto los consejeros le deben el puesto y la lealtad a los mismos.
En el futbol y en lo electoral las reglas son muy importantes, pero no hay que descuidar la promoción de la cultura democrática para tener verdaderos ciudadanos, ni la autonomía real y modernización del Órgano responsable, para que pueda actuar con oportunidad y firmeza, para alcanzar certeza y confiabilidad. (continuará)
jueves, 17 de junio de 2010
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