jueves, 5 de noviembre de 2009

¿Impuestos? ¡Los legisladores!

Tenemos ya Ley fiscal,
Después de gran discusión,
Casi todo quedó igual,
Solo habrá recaudación,
La economía y lo social,
Seguirán en recesión.

¿Cuántas horas de discusión en el Congreso? ¿Cuántas argumentos expresados para señalar que la ley de ingresos era simplemente recaudatoria y no servía para crear empleos y fomentar desarrollo?, ¿Cuántas amenazas de frenar el alza de impuestos para proteger a los pobres?, ¿Cuántos ofrecimientos de cambio de modelo económico y aplicación de medidas correctivas profundas?, ¿Cuál fue el resultado final?

Primero el gobierno propuso, dentro de un paquete de aumento de impuestos, el de 2% generalizado al consumo para ¡ayudar a los pobres! La oposición señaló que ese paquete era simplemente recaudatorio y en nada contribuía a la creación de empleos ni al crecimiento económico. Comenzó la discusión entre el gobierno, los grandes empresarios, los gobernadores, los partidos políticos, todos usando a sus diputados y senadores. No hubo quien defendiera los intereses de los contribuyentes medianos y pequeños, ni de los ciudadanos en general. Eliminaron ese 2% y lo sustituyeron por un aumento de la tasa del IVA del 15 al 16%, dejando los demás aumentos casi igual que en la propuesta inicial, como si con esos cambios ahora sí se propiciara el desarrollo.

Sin importar el malestar de muy amplios grupos de la sociedad, los diputados aprobaron el paquete fiscal maquillado y lo enviaron a los senadores. Ahí la oposición volvió a criticar este paquete y amenazó con hacerle cambios profundos, ya que el país lo que requería era medidas reales para salir de la profunda crisis.

En el inter, El Presidente de la República, coincide con López Obrador y acusa a los grandes empresarios (se dice que son 400) de contribuir muy poco con el fisco, ya que casi no pagan impuestos. Los aludidos protestan diciendo que ellos pagan lo que les dice la Ley y el Presidente no hace nada para corregir esta desigualdad legalizada, ni el Congreso toma esta crítica para actuar en consecuencia, aunque legisladores de izquierda propusieron medidas en este sentido y no tuvieron eco.

Después de tanta tormenta todo quedó prácticamente igual. Se aprobó, con pequeños cambios, por la mayoría de los senadores (se abstuvieron los del PRI) y se volvió a regresar a los diputados que nuevamente le hicieron ligeros ajustes para llegar a la aprobación definitiva. Ningún partido quiere asumir el costo político, todos niegan la paternidad de las medidas, pero la realidad es que de los diputados sólo hubo 31 votos en contra, a pesar de que el PRD, PT y Convergencia tienen 90 diputados y el PRI 237. En conclusión, la Ley no tiene padre, pero ellos no tienen madre.

Si la gran mayoría de la población y grupos sociales está en contra de las medidas, ¿por qué se aprobaron con mayoría tan abrumadora? Se dice que tenemos una democracia representativa, pero ¿A quién representan los legisladores? ¿A la población? No, más bien a las 400 grandes empresas que no pagan impuestos.

Esta política fiscal afecta el consumo de la mayoría, no alienta ni la inversión, ni el ahorro, ni el empleo, ni la confianza. Los debates de las semanas recientes, ponen en evidencia la incapacidad de pensar y hacer buenas políticas y son ejemplo ilustrativo de la pequeñez política de los partidos y de la distancia cada vez más grande que tienen con los ciudadanos.- Se ve claro, la localización del verdadero poder.

El circo va a continuar, pues ya teniendo asegurado el ingreso, todos pelearán por las partidas de gasto, pero unos cuantos se las llevarán. Ahora en entrevistas, todos los actores declaran insatisfacción por los resultados. ¡Que descaro!

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