En Washington la reunión,
Del grupo de más de veinte,
Se enfrentó a un gran problemón,
La crisis mundial vigente,
Superficial solución,
Totalmente insuficiente.
El Grupo de los 20 (G-20), integrado en 1999, con el G-8 (8 países más industrializados: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia), los 11 países con las principales economías emergentes del mundo (Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, China, India, Indonesia, México, República de Corea; Sudáfrica y Turquía) y la Unión Europea como bloque. Es un foro de cooperación y consultas entre los países en temas relacionados con el sistema financiero internacional.
Del grupo de más de veinte,
Se enfrentó a un gran problemón,
La crisis mundial vigente,
Superficial solución,
Totalmente insuficiente.
El Grupo de los 20 (G-20), integrado en 1999, con el G-8 (8 países más industrializados: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y Rusia), los 11 países con las principales economías emergentes del mundo (Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, China, India, Indonesia, México, República de Corea; Sudáfrica y Turquía) y la Unión Europea como bloque. Es un foro de cooperación y consultas entre los países en temas relacionados con el sistema financiero internacional.
Después de la crisis financiera mundial desatada por la irresponsabilidad de EEUU, vino el impacto en la economía real de los países desarrollados provocando recesión (2 trimestres consecutivos de contracción del PIB) en Japón, Europa y EEUU (disminución del consumo, de las inversiones comerciales, y aumento de desempleo). En paralelo, la crisis financiera se extendió hacia las economías emergentes (disminución de inversiones extranjeras, alto costo para atraer capital, retracción de exportaciones y bajas en los precios de productos primarios).
En muchas partes del mundo hay fuerte presión social, solicitando empleo y mejores condiciones de vida y pidiendo mayor intervención de los gobiernos en los procesos económicos y sociales, ante el fracaso del “libre mercado” como solución mágica a los mismos.
Para tratar de contrarrestar la crisis, la semana pasada se reunió en Washington el G-20 (asistió España como invitada). Hay que reconocer el gran avance que significa que las decisiones importantes se tomen en este grupo y no en el anterior grupo G-7 (los poderosos sin Rusia), pues constituye una oportunidad para que las economías emergentes expresen puntos de vista y propuestas; sin embargo, los acuerdos resultaron poco convincentes e insuficientes, por la ausencia de Obama.
Los líderes del G-20 acordaron generalidades y se comprometieron a establecer en un plazo de un año una nueva regulación del sistema financiero mundial y garantías para que las medidas se tomen de manera coordinada. Acordaron reactivar la economía mundial (¿Cómo?), establecer el “orden y seguridad” en los mercados financieros, reformar el FMI y el BM y el compromiso de no establecer medidas “proteccionistas”, que interfieran con el “libre mercado”.
Bush, el principal responsable de la crisis, al clausurar la reunión dijo con cinismo y sin autocrítica, que la mejor manera de resolver los problemas es restablecer el crecimiento, y la ruta es el capitalismo de “libre mercado” y el rechazo al proteccionismo, al cabo que ellos al igual que los otros poderosos aplican claramente el proteccionismo en sus países pero promueven que los otros, principalmente los de las economías emergentes no lo hagan, dejándolos en franca desventaja. Calderón, discrepando con sus pares latinoamericanos de Argentina y Brasil, expresó su “rechazo” al neo proteccionismo.
Los chinos anunciaron que antes del 2010 invertirán 570 mil MMDD en construcción de infraestructura (ferrocarriles, carreteras y aeropuertos), en la innovación tecnológica y la reconstrucción de las zonas afectadas por el reciente terremoto y seguramente resentirán la crisis en mucho menor medida que los que apliquen medidas ortodoxas del Fondo Monetario.
En abril próximo se llevará a cabo, en Gran Bretaña, la siguiente reunión del G-20 ya con la presencia de Obama, por lo que se espera que hasta entonces se establezcan verdaderos compromisos. Las economías emergentes debieran platicar para llevar propuestas como bloque a esa reunión y no esperar como antes los acuerdos de los poderosos para adaptarse a las resoluciones. Es urgente establecer un orden mundial más justo, pero hay que ser protagonistas y no solo espectadores.
Nuestro país debiera imitar un poco a China e incrementar la inversión en infraestructura y reorientar nuestra industria hacia el mercado interno. Nuestra gente tiene múltiples necesidades pero no tiene el dinero para satisfacerlas. Hay que darles empleo e ingreso para que sus necesidades se vuelvan demanda efectiva. Debiéramos alinearnos más con las economías emergentes que con EEUU, aunque la postura de nuestro representante no nos hace estar muy optimistas. ¿Usted que opina?
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